En el mapa gastronómico de México, hay dos chefs que coinciden no solo por su amor a la gastronomía francesa y que la saben preparar a la perfección, sino porque ambos son sibaritas . Les gusta el buen vivir y, por supuesto, el buen comer: Guy Santoro y Abel Hernández , quienes, con motivo del 14 de febrero , comparten con Menú, técnicas, recetas, y algunos tips para que prepares una comida o una cena inolvidable para esta ocasión.
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Debes tener en cuenta que Francia es un país reconocido por sus vinos, su gastronomía y su estilo de vida. Su cocina es una tradición secular que ha evolucionado con el tiempo gracias a cocineros creativos que supieron transmitir su talento y pasión en cada platillo, mismos que ahora son un legado culinario para el mundo, como la clásica sopa de cebolla, la tradicional crème brûlée, los largos estofados, el foie gras, la mouclade de charente (mejillones de la región de Bouchot), y el famoso quiche lorraine, entre muchos otros.
Pero, más que platillos, la gastronomía francesa es un estilo de vida, y se debe a que los franceses valoran la riqueza y diversidad de sus regiones, además de que saben tomarse el tiempo para saborear y disfrutar de su comida. Lo toman como un buen momento para compartir con los amigos o con la familia. En resumen: saben disfrutar la vida.
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Guy Santoro
, originario de Bergerac, Francia, llegó a México hace 21 años, para dirigir un famoso restaurante francés de la Ciudad de México. Y, desde entonces, se arraigó en nuestro país, conquistado por su gastronomía y por todas las maravillas que este posee;. Desde entonces, el chef comparte sus conocimientos culinarios y toda la experiencia que ha adquirido desde 1977, cuando se unió al equipo de cocina de Relais Châteaux “La Reserve” junto a Jean Aguirre y Pierre Bugat, en París, con los comensales mexicanos.
“Yo tengo casi 45 años en las cocinas y es una larga historia del amor a la cocina. Disfruto mucho la preparación de todos y cada uno de los platos, pero a veces no necesitamos rebuscar. En ocasiones, los platillos más sencillos, pero bien presentados, son lo que mejor nos conviene en la mesa”, dice Santoro.
Por su parte, Abel Hernández , un apasionado de la cocina, sentó sus bases de éxito en Eloise , un restaurante de cocina francesa contemporánea, donde la clave ha sido servir comida rica sin pretensiones y que siempre llegue directo al corazón.
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Para Guy, el éxito de un cocinero no solo está en el talento, sino en toda la pasión que este le tenga a la cocina, porque el amor es el aditivo para permanecer las horas necesarias dentro de la cocina para preparar un platillo, practicarlo y cocinarlo a la perfección.
“En la cocina, el amor se manifiesta en todos los aspectos, desde cómo presentamos el platillo. Cuando lo planeamos, pensamos en los comensales, en que lo disfruten. Por eso, ponemos todo nuestro esfuerzo, toda nuestra pasión en cada plato”, señala Guy, pero aclara que el amor por la cocina viene de familia, se hereda, y se debe a que se disfrutó en casa, cuando mamá o la abuela preparaban los alimentos.
Para Abel, su gran pasión también es cocinar. Es algo que, en su familia, le enseñaron a amar desde niño, gracias a esas reuniones familiares alrededor de la mesa, disfrutando de un buen plato al lado de sus abuelos, de su familia.
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“La mesa es un lugar en donde se derrocha amor. También es un lugar donde se construyen nuevas amistades, nuevas relaciones. Somos una sociedad que vive alrededor de una mesa, que siempre que planeamos un viaje vemos a dónde vamos a comer. Entonces, creo que son muchísimas cosas las que generan amor. Y la cocina es este atrayente de felicidades, porque puedes tener un pésimo día y de repente, comes algo y sientes cariño. Es el apapacho que te transmite un platillo”, comenta.
Amantes del buen comer, del buen beber y del buen vivir , Guy y Abel, se reconocen como sibaritas, su quehacer diario se los permite. “ Sibarita es ser un muy buen anfitrión, te tomas el tiempo para planificar y preparar una reunión, una cena, una comida. Buscas que todo salga a la perfección. Como consejo, siempre debe comenzar con un coctel, hay que tener una selección cuidadosa con bebidas, buenos vinos, mezcales , whiskey, tequila, pues al término debe ser un digestivo.
Para la comida, se ofrece un tinto o blanco sencillo. No se trata de impresionar. Aquí lo destacable es que lo que prepare esté bien hecho, con mucho corazón y muy bien presentado. También es muy importante la mesa, debe estar montada con elegancia y buen gusto”, afirma el chef Santoro. Añade que ser sibarita no es algo que se dé instantáneamente, habrá errores, pero lo importante es corregirlos, tenerlos presentes las fallas para no repetirlas.
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Por su parte, Abel señala que “un sibarita es aquella persona que tiene cultura suficiente para presumir conocimiento gastronómico y enológico. Es una persona que disfruta mucho de la vida. Es un bon vivant que disfruta los placeres de la vida alrededor de la comida y del vino. Yo soy sibarita , y bon vivant también”.
Para aquellos que aspiran a ser sibaritas o bon vivant, deben de comenzar por conocer de gastronomía y de buenas bebidas, llevará su tiempo y su inversión, pero es algo que vale la pena disfrutar, y pueden comenzar cocinando, sin importar que a la primera no les quede como dice la receta. Lo importante es continuar, finaliza el chef Abel.
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