El mac and cheese es uno de los platillos estadounidenses que se popularizaron alrededor del mundo debido a su presencia en caricaturas, series y películas donde lo consumen como un platillo fácil de hacer. Esta receta se basa en sopa de codito acompañada de mucho, pero mucho queso. Sin embargo, para que quede monchosa y de un amarillo antojable, es mejor hacerla con un ingrediente en especial: el queso, y en Menú te decimos cuál elegir.
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El queso en el mac & cheese es importante. Si bien, en la receta se pueden utilizar diversos quesos dependiendo de tu presupuesto y gustos, en Estados Unidos, es tradicionalmente usado el Velveeta un tipo de queso americano. Este ingrediente aporta cremosidad al platillo haciendo que se vuelva untuoso y brinde esa textura pegajosa ideal para la salsa de queso que bañará a los macarrones cocidos. Y es que al calentarse, las barras de Velveeta se derriten suavemente cubriendo todo, sin dejar grumos, como los quesos tradicionales.
Sin embargo, el Velveeta no es un queso, en realidad es un producto tipo queso americano. En realidad, está hecho de leche, aceite de canola, suero, concentrado de proteína de leche, grasa de leche, concentrado de proteína de suero, fosfato de sodio, sal, entre otros ingredientes que lo hacen lucir como un queso, incluyendo conservadores, pausterizantes y emulsificadores. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) tampoco lo considera como tal. En México, puedes encontrar Velveeta por envíos a través de Amazon y en algunas tiendas de autoservicio como Chedraui.
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Recientemente, la Procuraduría Federal del Consumidor, analizó los mejores y peores quesos americanos del mercado mexicano, los cuales clasificó como: Queso, Queso procesado (americano) e Imitación de queso.
El queso americano "se obtiene tras moler y fundir quesos madurados, como los gouda o cheddar, añadiendo sal, sales fundentes, aditivos, leche o algunos de sus componentes; de ahí que en la industria alimenticia se le conoce como “queso procesado”, aunque también algunos se elaboran a partir de la cuajada de la leche. Mientras que las imitaciones de queso "similares tanto en apariencia como sabor, se componen de ingredientes como agua, almidón, grasas vegetales, caseinatos (obtenidos de la leche) y sales fundentes, entre otros aditivos", explicó la Profeco. Esta última clasificación es el del velveeta.
Para que un producto sea queso "su proteína y grasa deben ser de origen lácteo, es decir, de la leche tal y como lo marca la Norma Oficial Mexicana NOM-223-SCFI/SAGARPA-20186 . Por su parte, las imitaciones son aquellos productos que, en este caso, contienen grasa vegetal, por lo que no pueden denominarse queso", finaliza la Profeco.
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La Profeco recomienda leer la etiqueta y tomar en cuenta la declaración de los ingredientes: el primero es el de mayor proporción. También, fíjarse si declaran contener ingredientes que causen alergia o hipersensibilidad. Comparar precios es indispensable pues las imitaciones regularmente son más económicas, pero los nutrientes que contienen varían respecto a los productos que no lo son. Siempre guardar los productos en el refrigerador.
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