La UNAM asegura que el cerebro se constituye del 90% de este líquido vital. Este recurso es indispensable para la vida; la cantidad que constituye del cuerpo varía de acuerdo a la edad. En embriones el porcentaje es de 95; en niños entre 65 a 75%; en adolescentes entre 55 a 60% y en adultos entre 40 a 65% del organismo.
Por otro lado, no toda el agua que nos compone permanece en el cuerpo, una gran cantidad la perdemos a través del sudor, la orina e incluso en la respiración. Hoy te explicamos las consecuencias que le trae al organismo el no consumir suficiente agua natural.
Lo primero que hay que precisar es que si no se toman mínimo ocho vasos de agua natural al día, se pierde energía, la piel se seca y el ánimo decae.
Cuando el cuerpo se deshidrata, las terminaciones nerviosas del hipotálamo del cerebro envían señales para la liberación de una hormona antidiurética . Tal hormona llega a los riñones y produce proteínas llamadas acuaporina, que pueden transportar moléculas de agua, permitiendo que la sangre retenga más agua en el cuerpo. Como consecuencia de ello, la orina se vuelve oscura y tiene un olor fuerte.
Por otra parte, un cerebro deshidratado se contrae por falta de oxigenación (agua), pero aún así, se obliga a trabajar para lograr el mismo ritmo que un cerebro bien hidratado.
Dejar de beber agua simple durante días puede dar lugar a diversos padecimientos, el primero será la deshidratación; sin embargo, también se presentarán malestares digetivos como el estreñimiento. Además el no consumir agua promueve la formación de angiotensina, una hormona que en grandes cantidades se relaciona con la diabetes tipo 2.
Científicos de la UNAM sugieren beber mínimo 2 litros de agua simple al día, además de la cantidad que proporcionan los alimentos; ya que el líquido es necesario para la regulación de la temperatura corporal, la eliminación de desechos y hasta para un buen aspecto físico.
El agua de sabor y los refrescos no sustituyen el agua simple, ya que éstos no sólo pueden producir un aumento de peso sino que podrían poner en riesgo la salud al desarrollar múltiples enfermedades. Si quieres consumirlos, hazlo moderadamente y que sean extras a tus ocho vasos de agua diaria.