Las dietas sin gluten parecen ser algo que llama mucho la atención, pese a que, en un primer momento, son pensadas para personas sensibles a él o celíacas, es decir, que sufren reacciones inmunológicas ante la ingesta de gluten, proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno.
Esta reacción genera una inflamación que daña el revestimiento del intestino delgado y produce síntomas como la diarrea, distensión abdominal, fatiga, niveles bajos de hemoglobina y osteoporosis, de acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra.
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Pero, si no se padece celiaquía, ¿te has preguntado qué pasa si dejas de comer gluten? Aquí en Menú te contamos los cambios que podrían suceder en tu cuerpo si dejas de consumirlo.
De acuerdo con varios científicos e instituciones médicas, el dejar de consumir gluten, por sí mismo no afecta en sobremanera al organismo, ya que tiene un bajo valor nutricional y biológico, por lo que no es indispensable para el ser humano. Sin embargo, generalmente el gluten viene en alimentos como pan, harina y pasta que contienen nutrientes necesarios, como la fibra, vitaminas y minerales.
Esto provocaría deficiencias nutricionales que sólo pueden prevenirse consultando a un especialista médico que guíe la dieta de la manera más responsable posible. Pues, aún comiendo los equivalentes sin gluten del pan, por ejemplo, generalmente pueden estar hechos con grasas hidrogenadas, grasas trans y azúcares simples de alto índice glucémico que podrían provocar enfermedades cardíacas.
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Otro cambio que podría suceder al dejar de consumir gluten es la pérdida de peso. En este punto hay que dejar en claro que la pérdida de peso no es por dejar de comer esta proteína por sí misma, sino dejar de consumir productos de grandes cantidades de grasas en los que el gluten está presente.
Dejar de comer masa para pizza, pastas o pan que no sean integrales y que incluyen gluten, es de beneficio para nuestro cuerpo, pues se reducirían azúcares, grasas de mala calidad, harinas refinadas y sal.
El desconocimiento de que el gluten viene, muchas veces acompañado de fibra, puede provocar que al dejar de consumir la proteína, también se deje de lado la fibra, un elemento valioso para el buen estado del intestino.
Dejar de consumir fibra, por supuesto puede producir estreñimiento de forma regular. Comer legumbres, nueces, semillas o pan integral sin gluten puede ser una opción muy valiosa para sustituir este déficit de fibra, pero siempre, bajo observación de un experto. La fibra no sólo es importante para la digestión, sino para prevenir cáncer, diabetes y problemas cardíacos.
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No hay evidencia científica de que reducir los consumos de gluten ayude beneficiosamente al organismo, por lo que es probable que, si alguien experimenta un efecto milagro al dejar de ingerir gluten, sea simplemente un efecto placebo. De hecho, en un análisis de calidad de productos Gluten Free en Australia, demostró que estos, no tenían la mejor calidad de nutrientes, por lo que romper con la idea de que sin gluten, la comida es mejor, es importante.
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Las dietas son algo muy variado y cada persona es responsable de elegir y cuidar de los alimentos que ingiere, sin embargo, es necesario ser consciente de que no todas las dietas milagro popularizadas en redes sociales, estrellas de televisión o campañas de marketing son las mejores. Es indispensable que se consulte a un experto en salud y nutrición antes de realizar cualquier cambio drástico en la alimentación.
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