El mango es una fruta querida por los mexicanos. Su origen se ha rastreado hasta el continente asiático, desde donde se ha esparcido a todo el mundo, en nuestro caso, su llegada al país se dio con la Conquista española.
Existen diversas variedades de mango, tales como Manila, Kent, Champagne, Haden, entre muchos otros. En México tenemos la dicha de contar con el mango Ataulfo, una variedad con Denominación de Origen que se produce en Soconusco, Chiapas.
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La temporada de mango es larga y fructífera. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, de abril a agosto es la mejor época, siendo los estados de Guerrero, Sinaloa y Chiapas los mayores productores de este fruto.
Las características de los mangos pueden variar, sin embargo, suelen ser carnosos, de pulpa suave, con sabores ácidos en su etapa verde que se van desvaneciendo para dejar predominar el dulzor conforme maduran.
El mango es consumido principalmente como fruto fresco, como ingrediente en agua, jugos, pasteles, tartas, dulces, paletas y helados. También se procesa su pulpa para elaborar concentrados, jarabes y saborizantes para la industria alimenticia.
Una de las principales propiedades del mango es su alto nivel de agua. Alrededor del 86% del peso de una pieza de esta fruta corresponde a agua, por lo que se trata de una fruta saludable y refrescante.
Al comer mango frecuentemente, tu cuerpo se está hidratando, lo cual es fundamental durante las temporadas de clima caluroso como primavera y verano.
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) asegura que el mango es fuente de minerales y antioxidantes, así como cantidades importantes de fibra y minerales como el calcio, potasio y magnesio.
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Al aportar vitaminas A, B y C, contribuye aportando nutrientes indispensables para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, así como a regular el metabolismo.
La pulpa de mango natural contiene una enzima que, al ingerirse de manera regular, funciona como auxiliar digestivo, evitando malestares gastrointestinales y estreñimiento.
En el caso del potasio, se trata de un mineral que juega un papel importante en la transmisión de los impulsos nerviosos y el desarrollo muscular. Además, su contenido en magnesio ayuda a mantener saludables el intestino, los nervios y músculos, así como a evitar enfermedades al reforzar el sistema inmune.
Si bien, comer mango natural con frecuencia puede traer diversos beneficios al cuerpo y ser una fuente de energía, una porción de 100 gramos puede aportar alrededor de 14 gramos de azúcar, por lo que, principalmente personas con padecimientos como diabetes o glucosa alta deben moderar su consumo.
De acuerdo con Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) una porción de 300 gramos de mango puede cubrir los requerimientos de vitamina C y de vitamina A de un adulto.
Disfruta de esta fresca fruta de temporada y nutre tu cuerpo con sus propiedades y beneficios.
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