El apio es una hortaliza sumamente utilizada en la cocina. Gracias a su versatilidad, la podemos encontrar en calditos de pollo, comerla como un snack con blue cheese o tomarla en un jugo verde.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el apio es rico en vitaminas A, B, C y K, ácido fólico, fibra y potasio, además de tener un bajo nivel calórico e ideal como diurético, además de tener el 95 por ciento de agua en su composición.
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Si eres de los que ama el apio, te interesará saber que hay ciertos cambios en tu salud si comes esta hortaliza a diario: desde prevenir enfermedades crónicas hasta efectos secundarios no tan cómodos. En Menú te contamos
El tallo y las hojas de apio podrían contribuir a regular los niveles de la presión arterial, tanto en personas sanas como aquellos que sufren de hipertensión. De acuerdo con un estudio de la Escuela de Salud Pública en China, el consumo regular de apio podría beneficiar, incluso al corazón, evitando padecimientos cardíacos gracias al nitrato natural que contiene.
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Si sigues una forma de alimentación saludable y haces ejercicio físico, el apio puede ser un gran compañero para bajar de peso. De acuerdo con la SADER, el apio está compuesto en gran parte por agua y a que es rico en fibra, favorece la pérdida de peso y a reducir el apetito. Además, Medicine Net sugiere que gracias a su poco contenido calórico, nuestro cuerpo gasta más calorías en descomponerlo, lo que se traduce en pérdida de las mismas.
El médico cirujano Karthik Kumar explica en su artículo para Medicine Net, que el apio ayuda a equilibrar la flora y el tránsito intestinal. Gracias a su porcentaje de agua y a sus compuestos como fibra dietética soluble e insoluble, ayuda a prevenir el estreñimiento y la diarrea. Además, regula el colesterol, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago, pues el apio contiene un químico que reduce los niveles de colesterol dañino a la par de la presión arterial.
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Uno de los efectos secundarios de comer demasiado apio, de acuerdo con verywell health es que puede causar gases, inflamación y malestar estomacal. Aunque comer fibra no es dañino en absoluto, comerla en exceso y en un corto periodo de tiempo puede resultar en diarrea.
Muchas personas pueden desarrollar una reacción alérgica al apio, ya sea por el tallo, semillas u hojas. Es importante analizar si al comerlo presentas comezón, hinchazón en boca u ojos, dificultades para respirar o erupciones cutáneas.
Si bien, es de consumo común el apio en el embarazo, hay médicos que no sugieren su consumo, no solo refiriéndose al tallo, sino a las hojas, semillas y los aceites derivados, ya que pueden causar contracciones en el útero.
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Ahora que sabes qué beneficios o consecuencias puede traer el consumo continuo de apio en tu salud, es mejor que consultes a tu médico de confianza para planear una alimentación responsable. Recuerda que siempre es mejor variar los alimentos que consumimos para obtener los mayores nutrimentos posibles.
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