La carne de pollo es una de las más recomendadas por los especialistas en nutrición. Por su bajo contenido calórico, versatilidad y ser una buena fuente de proteína, suele formar parte de las dietas más saludables, en especial la pechuga. Pero, ¿en realidad es tan bueno como para comerlo casi todos los días?
Aunque lo mejor siempre será acudir con un profesional que te brinde un régimen alimenticio con base en tus características personales, hay diversos estudios que nos pueden dar una idea de qué tan bueno o malo es consumir con mucha frecuencia ciertos alimentos.
Conoce las ventajas y contraindicaciones de comer pollo todos los días.
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Empecemos por mencionar que la carne de pollo ofrece diversos beneficios al organismo pues aporta proteínas de alto valor biológico, ya que contiene los 9 aminoácidos esenciales para el organismo.
Asimismo, de acuerdo con el Consejo mexicano de la carne, el pollo es fuente importante de minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros.
Si no consumes la piel, de acuerdo con la Federación Española de Nutrición, el pollo se considera una carne magra que ofrece al cuerpo vitamina B que, entre otros beneficios, ayuda al buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.
La razón por la cual se aconseja retirar la piel se debe a que es la parte que contiene mayor cantidad de grasa que, si bien, en su mayor parte es monoinsaturada constituida principalmente por ácido oleico, es decir, buena para la salud, también contiene grasa saturada que puede aumentar el colesterol y, por ende, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Seguro has notado que el pollo es uno de los ingredientes recomendados para deportistas, ello se debe a que alrededor de 22% de su composición es proteína que ayuda a mantener los músculos y huesos en buen estado.
Además, la carne de pollo está recomendada en dietas para perder peso debido a que es de muy fácil digestión, además de dar una sensación de saciedad por más tiempo.
Finalmente tiene la ventaja de ofrecer un sabor neutro, por lo que sus preparaciones son muy variadas.
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Después de mencionar los beneficios de la carne de pollo quizá pienses que es buena idea comerla todos los días, pero ello sería una mala idea.
Organismos como la Federación Española de Nutrición señalan que la recomendación general es comer solo 3 raciones a la semana.
Siempre se menciona que el exceso es malo y con el pollo pasa lo mismo. De hecho, si lo comes todos los días es muy probable que presentes deficiencias nutricionales, y es que no hay nada como la variedad para mantener la salud del organismo.
Por otra parte, comer demasiado pollo podría llevar a problemas como niveles altos de lípidos en sangre y almacenamiento de grasa, debido a su alto contenido de proteínas. Ello además puede derivar en un riesgo más elevado de presentar problemas cardiacos, en especial si comes la piel.
Si bien, como ya mencionamos, el pollo puede ser bueno para perder peso, comerlo todos los días podría traer justo el efecto contrario. Un estudio publicado por Clinical Nutrition concluyó que las personas cuyas dietas se componen de más del 20% de proteína, especialmente la proteína animal, tienen una probabilidad significativamente mayor de ganar peso.
Por supuesto las desventajas del consumo de pollo aumentan según su preparación, si acostumbras comerlo frito o con empanizados, las contraindicaciones son mayores.
Asimismo es importante considerar con qué se combina pues tanto las guarniciones como las salsas poco saludables, con altos contenido de grasas y azúcares afectarán nuestra nutrición.
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