El ñame es una planta del género Dioscorea spp., familia la cual está distribuida dentro de África, Asia y América. Esta planta suele cultivarse en regiones tropicales y templadas alrededor del mundo y también es posible encontrarlas de forma silvestre.
También llamada batata en algunas regiones, la planta del ñame es conocida por producir un tipo de tubérculo del mismo nombre, el cuál es comestible. En apariencia, el bulbo del ñame es similar a la yuca, aunque su forma es más redondeada. Es entre circular y ovalado, con protuberancias, está cubierto por una cáscara rugosa y áspera aunque más delgada que la de la yuca. Su interior es color blanco, rígido pero fácil de cortar.
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La planta es herbácea, con un ciclo de vida anual, de hojas acorazonadas y flores pequeñas de color rosa o crema. Su importancia cultural en América se remonta a la época precolombina, cuando era cultivada por indígenas como parte del sustento alimenticio e incluso como producto para venta.
Además de su importancia como alimento, la producción de ñame también tiene un papel económico. Esto se debe no solo al incremento de su consumo a nivel mundial gracias a la globalización, sino también debido a sus propiedades.
De acuerdo con un documento publicado por Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de La Habana, Cuba “Al género Dioscorea pertenecen especies que, además de servir como alimento para el hombre, están constituidas por principios activos, tales como saponáceos y diosgenina, que son empleados en la elaboración de productos de uso farmacológico e industrial, como por ejemplo, los anticonceptivos orales y cosméticos”. Sin embargo, el ñame constituye una parte importante de la alimentación diaria dentro de las regiones donde se produce.
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El consumo del tubérculo del ñame se da en su presentación fresca como procesada. Dependiendo de la zona en donde se encuentre, se utiliza en platillos como sopas, ensaladas, buñuelos, frituras, entre muchos otros. Se le da un uso culinario muy similar al de la papa o la yuca.
El ñame es una excelente fuente de carbohidratos, una porción de 100 gramos aporta alrededor de 28 gramos. Gracias a su contenido de almidón se utiliza como sustituto de harina para personas intolerantes al gluten o celíacos.
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Este tubérculo aporta al organismo minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, los cuales intervienen en funciones como el crecimiento, la producción de glóbulos rojos y la buena salud del sistema óseo.
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Contiene vitaminas A y C, encargadas de mantener una visión saludable, al buen funcionamiento del corazón y los pulmones, así como para evitar el envejecimiento prematuro y a proteger al sistema inmune de enfermedades.
En menor cantidad, el ñame aporta vitaminas B1 y B5, de importancia para el sistema inmunológico, mientras que se trata de un alimento bajo en grasa y rico en fibra, con ello estimula el apetito y mantiene la sensación de saciedad por más tiempo.
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