El huevo es uno de los alimentos más populares en México. De acuerdo con datos de la Unión Nacional de Avicultores, el consumo aproximado por persona es de 22.95 kilos al año, lo cual posiciona al país como el principal consumidor de huevo fresco a nivel mundial.
Sus diversas formas de cocción lo convirtieron en un favorito dentro de la cocina, sin embargo, todavía hay mucho que no sabemos sobre este alimento .
Por ejemplo ¿alguna vez has notado una especie de nube blanca en la superficie del huevo antes de cocinarlo? ¿Te has preguntado qué es y si es seguro comerla? A continuación te contamos cuál es la verdad científica detrás de este fenómeno.
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Estas nubes blancas sobre el huevo no son motivo de angustia. El museo científico Exploratorium explica que los huevos contienen chalazas, unos filamentos blancos que unen la membrana de la yema con el recubrimiento interno del cascarón.
De este modo, las chalazas mantienen la yema en el centro del huevo y evitan que se desplace en su interior. Cuando el huevo se abre, las chalazas se rompen y forman nubes blancas alrededor de la yema.
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Según la Universidad Estatal de Virginia, estos hilos blancos están hechos de fibras retorcidas de una proteína conocida como mucina.
Por esta razón, el blog gastronómico My Recipes señala que no es necesario quitar las chalazas al momento de preparar huevos . No son dañinas para la salud y desaparecen por sí solas durante la cocción.
Si prefieres removerlas, solo debes pasar el huevo a través de un colador. También puedes usar un tenedor para sacarlas antes de que la yema y la clara se cuezan.
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De acuerdo con la organización NZ Eggs, los huevos frescos contienen chalazas más prominentes, así que es una buena señal si las encuentras dentro de este alimento.
Estos cordones desaparecen a medida que el huevo envejece. Por ello, si no hay hilos o nubes visibles, lo mejor es cocinar los huevos cuanto antes, de lo contrario podrían echarse a perder pronto.