Por sus diversas propiedades, la leche siempre ha sido considerada un alimento primordial, y a la fecha es un producto presente en la mayoría de los hogares.
Sin embargo, en el pasado, el estilo de vida y los recursos tecnológicos disponibles no facilitaban la conservación de este producto, y se padecían enfermedades por consumir el lácteo en mal estado.
Pero como ante los problemas surgen las genialidades, las enfermedades de esos momentos y la necesidad de beber leche sentaron las bases de la creación de la leche condensada .
En el siglo XIX, las intoxicaciones alimentarias eran muy frecuentes, narra el sitio de la fábricante europea de lácteos Producto Salud. Muchas de estas intoxicaciones eran debidas al consumo de leche en mal estado y se buscaba la manera de poder conservarla durante más tiempo, ya que la leche suponía un alimento básico en la dieta de la población y, sobre todo, de los niños, expone.
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En 1822, el francés Nicolás Appert realizó un experimento, donde evaporó el agua de la leche en baño maría, lo que fue el primer paso en la historia de la leche condensada para mejorar la conservación de la leche. En 1835, el inglés William Newton dio un paso más en la conservación de este alimento calentándolo a menor temperatura y agregándole azúcar como conservante, narra Producto Salud.
La patente de la leche condensada llegó en 1855, cuando Gail Borden fundó la New York Condensed Milk Company.
La leche se compone de agua, carbohidratos, lípidos, sustancias nitrogenadas, minerales, vitaminas, ácidos orgánicos, enzimas y gases, dice el ingeniero bioquímico Jorge Fernando Velez Ruiz, en una publicación disponible en internet.
En dicho documento, el también doctor en ingeniería de alimentos detalla que el agua es el componente más abundante, y es el medio en el que los otros componentes están disueltos o dispersos. El agua puede ser hasta 92% de la composición de la leche, asegura.
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“La leche concentrada, evaporada o condensada es el producto líquido obtenido por la eliminación de cerca del 60% del agua de la leche”, dice Velez Ruiz.
La cantidad de grasa y proteínas en la leche condensada es tres veces mayor que en la leche original, dice Consumer.es, la publicación dedicada a los consumidores y la nutrición.
Refiere que en el proceso de elaboración de leche condensada , ésta mantiene las proteínas de alto valor biológico de la leche original, aunque aunque aumenta los ácidos grasos saturados y el colesterol , si se elabora con leche entera.
También aumenta la concentración de vitaminas (A, D, B2, B12), minerales y oligoelementos (calcio, fósforo, potasio, magnesio y cinc), añade, aunque advierte que el valor energético y los altos contenidos de azucares resultantes son tan elevados que obligan a consumir la leche condensada con mesura.
Así, si quieres aprovechar las propiedades de la leche condensada , será bueno que la consumas con moderación, aprovechando que una vez abierta, según la plataforma de salud y nutrición Healthline, la vida del producto en el refrigerador se extiende por 2 semanas.