El jamón es uno de los embutidos más populares a la hora de la comida, ya sea que se utilice como ingrediente para preparar un delicioso omelet o para acompañar una tarde de botanas el fin de semana, el jamón tiene propiedades nutricionales que son benéficas para la salud. Aunque si algunas veces has notado un líquido extraño en su apariencia, te explicamos de qué se trata.
Propiedades nutricionales del jamón
De acuerdo con un estudio sobre las propiedades nutricionales del jamón realizado por la organización agroalimentaria Interpoc, este alimento posee un alto contenido de proteínas y minerales como el fósforo, el hierro, el potasio y zinc, esenciales para el buen desarrollo y funcionamiento del organismo, así como vitamina B1, B2, B3, B6 y B12, las cuales contribuyen al óptimo desempeño del metabolismo del cuerpo.
Sin embargo, al jamón suele brotarle un líquido que tiene una consistencia viscosa y un color blanco, que puede despertar la duda sobre si es recomendable consumirlo en tales condiciones.
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¿Qué es el líquido blanco y viscoso que le sale al jamón?
Si alguna vez te has preguntado sobre su apariencia, especialmente sobre la baba blanca que aparece luego de varios días en el refrigerador, aquí la respuesta: se trata de bacterias de ácido láctico que se han formado en el jamón debido al contenido de carbohidratos en el producto cárnico, y también porque hay una alta concentración de humedad.
De acuerdo con el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), el líquido blanco y viscoso del jamón contiene ácido láctico con bacterias benignas como los lactobacilos, que contribuyen a eliminar los microorganismos que descomponen el alimento.
Entonces, si te has cuestionado si es recomendable comer el jamón una vez que presenta dicho líquido con un aroma y sabor ácido, la primera respuesta es no, pues no se sabe qué otros tipos de bacterias hayan crecido, afirma el CIAD.
Aunque el CIAD destaca que si después de lavar el jamón con agua desaparece el mal olor y sabor, lo más probable es que no cause ningún daño, pues este tipo de bacterias conformadas por ácido láctico suelen utilizarse comúnmente para fermentar productos alimenticios como el salami, yogur y quesos, entre otros.
Pero si después de enjuagar el jamón con agua no desaparece el aroma, definitivamente no debe consumirse, pues se corre el riesgo de contraer una infección gastrointestinal.
La institución señala que para la correcta conservación de los embutidos como el jamón, debe mantenerse refrigerado. Así que lo ideal es que revises la fecha de caducidad y el aroma del jamón antes de utilizarlo en tus sándwiches o en cualquier otra receta de tu preferencia.
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