El caldo de hueso es una receta que es sencilla y económica de preparar. En esta temporada de frío seguro que te gustará disfrutar del reconfortante sabor y delicioso aroma de este platillo preparado con ingredientes frescos, pero además de ello, te decimos el padecimiento que ayuda a curar.
Si te gusta incluir en tu menú algún tipo de caldo para complementar tus guisos a la hora de la comida, esta opción preparada con huesos puede ser ideal por los nutrientes que aporta al organismo, enseguida te compartimos más acerca de sus beneficios.
Beneficios del caldo de hueso
Tomar un caldo de hueso calientito puede ser muy reconfortante para el cuerpo, ya que, además de su sabor, contiene nutrientes que son benéficos para el organismo.
Sin embargo, hay que señalar que el valor nutricional del caldo de hueso puede variar, debido a que depende del tipo de huesos utilizados, así como del modo de preparación, los tiempos de cocción y otros ingredientes que afectarán el contenido.
Pero, de manera general, el caldo de huesos contiene aminoácidos como la glicina y la prolina, que contribuyen a formar las proteínas del organismo; glutamina, que ayuda a mantener la salud intestinal; glicoaminoglicanos, un tipo de carbohidrato que es necesario para producir líquido sinovial, es decir, un lubricante que facilita el movimiento de las articulaciones, de acuerdo con la Canadian Digestive Health Foundation.
El caldo de hueso es también una buena fuente de colágeno, la proteína más abundante en el cuerpo humano, la cual beneficia a los músculos, huesos, piel, cabello y articulaciones. Además, cuando se prepara con verduras, el contenido de vitaminas y minerales puede aumentar significativamente.
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¿Qué ayuda a curar el caldo de huesos?
La doctora Diane Pérez, colaboradora del sitio AARP, argumenta que la evidencia científica disponible no ha logrado demostrar contundentemente los beneficios del caldo de huesos. Pero afirma que algunos estudios sí han comprobado el leve efecto del caldo de hueso de pollo para aliviar las congestiones nasales.
Por otro lado, la diestista Mónica Auslander Moreno, asegura que existen beneficios nutritivos al incorporar los caldos en una dieta balanceada y afirma que “a muchas personas les cuesta hidratarse correctamente. El caldo de hueso es completamente líquido y es una forma de mantenernos hidratados. Si estás padeciendo de alguna infección respiratoria o estomacal, la hidratación es extremadamente importante”, mencionó para el sitio AARP.
La dietista agregó que al hervir los huesos también se desprende calcio, magnesio, hierro y vitamina B12. Aunque la cantidad de dichos nutrientes no sea grande, sí elevan el valor nutricional de este platillo, debido a que la prolina y la glicina son dos aminoácidos que forman parte del colágeno de los huesos, los cuales son componentes favorables para el estómago de personas con problemas gástricos, explicó.
Pese a que las investigaciones sobre el caldo de huesos todavía no determinan de manera contundente sus beneficios, sí es un delicioso y reconfortante platillo que te puede ayudar a curar algunos síntomas del resfriado común, entre ellos las congestiones nasales y la deshidratación, además, de manera general, mejora la salud intestinal.
Receta fácil de caldo de huesos
Si ya se te antojó disfrutar de un buen plato calientito de caldo de huesos, aunque no tengas resfriado, el sitio Regenera Health comparte esta receta muy fácil de preparar.
Primero elige los huesos de tu preferencia, ya sean de pollo, ternera, cerdo o pescado. Limpia y lava los huesos antes de cocinarlos. También lava los ingredientes que le vas a agregar como cebolla, zanahoria, papa, apio y perejil para darle más sabor y nutrientes. Puedes sazonar con especias como laurel o pimienta.
Enseguida coloca los huesos y los ingredientes adicionales en una olla grande con agua fría, la cual deberás poner al fuego. En cuanto hierva reduce la flama al mínimo y deja que se cocine a fuego lento durante un par de horas, para que durante la cocción se extraigan los nutrientes de los huesos y las verduras.
Cuando se forme una especie de espuma en la superficie, debes retirarla del caldo con una cuchara. Mueve el caldo de vez en cuando para asegurarte de que todo se cocine y agrega más agua cuando sea necesario.
Finalmente, en cuanto el caldo esté listo, retira los huesos y sirve recién hecho, solo o acompañado con arroz o cualquier guiso de tu preferencia.
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