La granola
es un alimento muy popular en los desayunos.
Le brinda ese toque dulce que necesitas por las mañanas, y resulta muy bien aceptado entre los niños.
Este alimento puede llevar nueces, avena y cereales mezclados con miel.
Depende de la preparación pero también se le pueden agregan frutos secos, trozos de frutas e incluso chocolate.
La granola
fue creada en 1836 por el médico James Caleb Jackson que la llamó “granula”. Al principio esta consistía en trozos de salvado y harina de trigo entera horneada para que quedara crujiente, a la que después se le agregaba leche.
La receta original no llevaba las cantidades de azúcar añadida que la industria le agrega, la granola actual a menudo lleva miel de maple, abeja o endulzantes considerados “naturales” que sin embargo aumentan su aporte de calorías.
A pesar de estar elaborada con ingredientes naturales y sanos, es alta en calorías pues una taza de granola con almendras puede llegar a contener 20 gramos de azúcar, otra con miel hasta 24 y las que tienen chocolate amargo hasta 30 gramos de azúcar. Para que te des una idea, una taza de helado de vainilla aporta unos 28 gramos de azúcar.
Sin embargo, si se consume moderadamente y dentro de una alimentación balanceada, la granola puede aportarle beneficios a la salud.
De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Guayaquil, Ecuador, este alimento es bueno para tener energía, por sus ingredientes es bueno para personas que hacen ejercicio, principalmente, además puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre, debido a que uno de sus principales componentes es la avena, sin embargo, para obtener este beneficio debes optar por la granola sin azúcar agregada ni con demasiados frutos secos.
También es buena fuente de proteínas de buena calidad, este elementos es fundamental en la formación de los músculos.
Además es ideal para mejorar la digestión ya que tiene un alto contenido de fibra.