No es exageración, la Privada Roja de la San Rafael causa un shock a todo aquel que la visita y prueba por primera vez, por ser una poderosa fortaleza que nunca más se olvida gracias a que alberga una calidad suprema que parece salida de un mundo perfecto.
Son centenares de tabiques rojos y decenas de puertas y ventanas de madera las que se contemplan mientras uno espera en la mesa la llegada de ese lomo de cerdo en salsa de ciruela, acompañado de un ramo de ejotes con zanahoria hervidos.
Aquí, en ‘El Buen Sazón’ de La Privada Roja , pueden apreciarse muchas cosas: la belleza indiscutible de plantas de todo tipo, con flores amarillas, naranjas y rojas, distribuidas en macetas colgantes del techo, al filo de las ventanas o a ras del suelo.
También, esa sopa de verduras que la ves y no lo crees: es ese caldo que siempre te curó todos los males cuando lo comías en casa, con ese sazón que será imposible borrarlo de tu memoria.
Son tres mujeres las que se encargan de que el menú se convierta en una experiencia multisensorial con garantía de satisfacción del 100 por ciento. Ellas son las tías Susy, Yuli y Chabelita, las dueñas de esas recetas de comida mexicana que están inspiradas en la cocina artesanal de hace algunas décadas y a la cual le han integrado un toque gourmet.
En la Privada Roja puede haber guisados mexicanísimos pero siempre con un plus de sabor, con una nueva mezcla de ingredientes que intensifica el gozo. Un ejemplo de ello es el bistec de res en salsa de chile pasilla, sin colar, acompañado de frijoles de la olla de caldo espeso.
Manzana partida con germen de trigo y chile, más una crema de chile poblano o de zanahoria, son parte de la bienvenida a esta tierra prometida, donde el agua de sabor es ilimitada y el menú siempre es diferente.
El café también es uno de los fuertes de este sitio, incluso hay una tienda que ofrece el producto traído desde varios puntos de la República Mexicana.
Don Alfonso del Valle es el que se encarga de las salsas, de las cuales la de cacahuate y chile manzano son las más exitosas. Esas se ofrecen como parte de toda una comida completa, que cuesta 65 pesos, acompañadas de delicioso pan rebanado de cáscara crujiente.
“Aquí todo lo hacemos con mucho amor para ustedes porque si ustedes son felices nosotros lo somos”, dice sonriente la tía Susy mientras sirve la carlota de limón, que en esta ocasión fue el postre sorpresa.
¿DÓNDE?
La Privada Roja se ubica en la calle Serapio Rendón número 61, colonia San Rafael, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Horario: De lunes a viernes de 12:00 a 17:00 horas.
PLATO ESTRELLA: Prueba las salsas que te ofrecen de bienvenida, sobre un pan.