Cada agosto los niños se preparan para comenzar un nuevo ciclo escolar y tú, junto con ellos, seguramente también estás planeando cómo equiparlos lo mejor posible para los nuevos retos del año. Uno de los factores más importantes que afectan el desempeño escolar es la alimentación de los pequeños, pues si nuestro cuerpo no tiene la energía suficiente y, además, energía de calidad, se puede ver comprometida su habilidad de concentración y aprendizaje. Por eso, es importante preparar loncheras divertidas, nutritivas, rápidas y acorde al gusto del pequeño.
son, en primer lugar, ncluir verduras y frutas. Luego, ofrecerles agua potable, sin azúcar añadida conforme el pequeño la requiera y, finalmente, preparar alimentos caseros.
Estos últimos deberán incorporar la combinación de, al menos, dos grupos del Plato del Bien Comer . ¡No dejes que la planeación del refrigerio sea tu talón de Aquiles! Aunque no lo parezca, preparar loncheras divertidas (y nutritivas) no tiene gran ciencia, basta con organizarse, hacer compras saludables que sean del agrado del pequeño y —quizá— levantarse 15 minutos antes.
Además, el refrigerio escolar representa una oportunidad para fomentar en los niños hábitos de alimentación saludable, así como una conveniente elección de alimentos cuando estén fuera de casa. El estado de salud, así como el crecimiento y el desarrollo óptimo de los niños, depende en gran medida de las opciones que como padres ofrecemos.
Así que recuerda: los niños deciden cuánto comer y nosotros qué comer. Y porque nutritivo no necesariamente significa aburrido, te compartimos tres divertidas opciones para preparar un rico refrigerio escolar.