Los hongos son uno de los ingredientes singulares en la cocina. Hay quien solo los utiliza en ocasiones especiales, pero su versatilidad permite hacerlos parte de nuestros menús regulares, eso sí, es importante saber cómo tratarlos y cocinarlos, y eso incluye conocer por qué no deben lavarse.
Empecemos por señalar que hay diversos tipos de hogos , uno de los más comunes en México son los champiñones pertenecientes a la familia de las agaricáceas y formado por tres partes bien diferenciadas: el “sombrero”, de color blanco y forma redondeada, que es la parte más carnosa; el pie, cilíndrico con anillo que sirve de soporte al sombrero; y el himenio o conjunto de laminillas dispuestas a manera de radios, que van desde el pie hasta el borde externo del sombrero en el que se forman las esporas, como explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España.
El cultivo del champiñón nació en Francia aproximadamente a principios del siglo XX. Actualmente, aunque están disponibles durante todo el año, son los meses de primavera los que corresponden a los champiñones de temporada.
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En participar esta variedad de hongos tiene propiedades como fibra , potasio, fósforo, selenio, hierro, niacina y riboflavina.
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Los champiñones son una buena alternativa en regímenes para perder peso pues, además de su alto contenido de agua, su fibra brinda una sensación de saciedad por más tiempo sin aportar muchas calorías.
Por otra parte, estos hongos constituyen una buena fuente de aminoácidos esenciales pues, aunque los contiene en menor cantidad que otros vegetales, los ofrece todos.
Dentro de las vitaminas , destaca su contenido en niacina, de hecho es uno de los vegetales con mayor contenido en esta vitamina y riboflavina, que resultan de gran ayuda para la salud del hígado y la creación de glóbulos rojos.
Por otra parte, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), estos hongos ayudan a disminuir los niveles de azúcar en sangre y, por su gran contenido de potasio, contrarrestan los efectos del sodio y ayudan a regular los niveles de presión arterial, previniendo enfermedades cardiovasculares.
Asimismo los champiñones son ricos en vitamina D, nutriente esencial para mantener niveles de fósforo y calcio saludables en el cuerpo razón por la cual se consideran un ingrediente para ayudar a tener huesos fuertes y evitar la osteoporosis.
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Como verás los hongos, y los champiñones en particular pueden hacer mucho por tu salud , pero para aprovechar sus beneficios es necesario saber cómo cocinarlos.
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La mayoría de las personas considera que, dado que crecen en la tierra, es necesario que los hongos sean bien lavados y desinfectados antes de consumirse, pero la realidad es diferente.
De acuerdo con el Centro Superior de Hostelería de Galicia, lo que se recomienda es cortar la parte más sucia del pie y luego limpiar con un paño húmedo o un pincel para después dejarlos secar sobre un papel absorbente.
En caso de que estén muy sucios, sí puedes mojarlos o aplicar más agua, pero no los coloques directamente debajo del grifo.
La razón de lo anterior es que, si se lavan , los hongos absorben mucho el agua y, además, pierden prácticamente todos sus aromas y sabores.
También es importante decir que lo mejor es limpiarlos justo antes de consumirlos pues, si se humedecen y después se guardan en el refrigerador se acelerará su descomposición.
También considera que los hongos deben tener tallos firmes, con un color uniforme, además de un aroma dulce y terroso. Si están echados a perder tendrán un olor agrio. Asimismo evita comer los que estén golpeados o pegajosos.
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