El desayuno es la comida más importante del día, por ser lo primero que ingieres después del ayuno que haces al dormir. Y la energía que proporciona es fundamental para realizar las actividades diarias.
En los niños y adolescentes, contribuye a un buen desarrollo físico e intelectual, de ahí la importancia de seleccionar con cuidado los ingredientes que incluyes en las primeras horas del día.
El amaranto es una fuente importante de proteína, calcio, hierro
y otros compuestos necesarios para una alimentación balanceada por lo que agregarlo al desayuno resulta un complemento perfecto.
Por esto, la Secretaría de Salud recomienda un desayuno que contenga al menos entre 300 y 500 calorías, lo que significa entre un 20 y 25% de la energía total requerida para una persona sana.
El amaranto, que en náhuatl se le conoce como huauhtli y actualmente es más referido como alegría, es rico en fibra con entre 2.2 y 5.8%.
Es un alimento libre de gluten y su contenido de proteínas van de 15 a 17%, pero su importancia no radica sólo en la cantidad de proteínas sino en la calidad, ya que presenta un excelente balance de aminoácidos. Por su composición, se asemeja mucho a lo que te aporta la leche.
El amaranto aporta vitamina E y B,
que ayudan al crecimiento y al metabolismo, así como lisina, que favorece la producción de anticuerpos; y de fósforo y magnesio, necesarios para fortalecer los huesos y la sangre.
Además de su aporte nutricional, el amaranto es un producto que, de acuerdo a un estudio realizado por la Dra. Emma Cristina Mapes Sánchez de la UNAM, representó un alimento básico en la dieta prehispánica, y su cosecha y comercialización siguen siendo un gran sustento para la economía mexicana.
El Centro de Nutrición Clínica recomienda el consumo del amaranto porque ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, por sus aceites y fitoesteroles, al igual que a prevenir el cáncer y la depresión por la vitamina B6.
Y por si todo lo anterior fuera poco, también ayuda a prevenir las canas prematuras en el pelo por su abundancia en minerales.
Así que no importa en qué presentación prefieras al amaranto, en pan, galletas, yogurt, agua o simplemente en la fruta, pero no olvides incluirlo en tu desayuno.