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Sabemos que la limpieza de los sartenes, las ollas, los platos y los trastes en general puede ser tediosa y difícil, y no solo por el tiempo que pueda llevar, sino porque nuestra vajilla va perdiendo su brillo original con el tiempo. Pero para que vuelvas a disfrutar tus cubiertos tal como si fueran nuevos vamos a decirte por qué es buena idea utilizar el bicarbonato de sodio .
Los cubiertos son parte de los trastes que más atención deben llevar si hablamos de limpieza . Es fácil dejar algún residuo de comida y, como están en contacto directo con la boca y la saliva de múltiples personas, están propensos a llenarse de bacterias .
Precisamente por lo anterior es que están hechos de materiales como metal e, incluso plata, que impiden la proliferación de gérmenes . Aun así, con el tiempo, van perdiendo su brillo y es necesario aplicar algunos trucos caseros.
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Limpieza de cubiertos con bicarbonato de sodio
Es hora de que tus cubiertos se vean como nuevos sin necesidad de tallar o gastar de más.
Ya en otras ocasiones te hemos hablado del poder del bicarbonato de sodio , una sustancia con un gran poder de limpieza que, además elimina bacterias, y en esta ocasión vamos a decirte por qué deberías usarlo en tus cubiertos .
La razón por la cual este ingrediente es tan efectivo se debe a que tiene la capacidad de cambiar el PH de cualquier solución y reaccionar con los diferentes compuestos que, en este caso, opacan el metal.
Utilizarlo es muy sencillo, lo único que tienes que hacer es colocar unas 3 cucharadas de bicarbonato de sodio en un recipiente y agregar agua poco a poco. Mezcla hasta obtener una pasta con la que deberás cubrir tus cubiertos . Talla un poco y después enjuaga, verás como vuelven a brillar.
En caso de que tus cubiertos ya estén muy opacos, deja actuar la pasta de bicarbonato por al menos 30 minutos antes de lavar.
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Imagen: Pixabay
Si con dicho método no obtuviste los resultados esperados aún hay más que hacer. Cubre un recipiente con papel aluminio, es importante que la capa brillante quede hacia arriba y coloca tus cubiertos . Luego agrega agua muy caliente, la suficiente para que todos queden sumergidos y añade dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Deja actuar por 30 minutos y lava las piezas. Finalmente, seca con un paño suave.
Para dar más poder de limpieza y brillo al método anterior agrega además 2 cucharadas de sal.
Si bien los métodos anteriores son efectivos para todo tipo de cubiertos , verás mejores resultados cuando se trata de piezas de plata, por lo que puedes aplicar estos remedios en joyería y otros objetos hechos de dicho metal.
Y si no tienes plata y quieres otra recomendación de limpieza es hora de activar el poder del vinagre. Coloca en un recipiente suficiente vinagre para cubrir los cubiertos y añade una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Mezcla los ingredientes hasta que se diluyan por completo y después, con ayuda de un cepillo de dientes, frota cada pieza, después deja actuar la solución por unos minutos y enjuaga.
Una alternativa más, si es que no quieres usar bicarbonato , es frotar los cubiertos sin agua oxigenada con ayuda de un paño o algodón, dejar actuar por unos minutos y después lavar.
Es importante decir que en todos los casos los cubiertos deben estar limpios, libres de restos de comida y suciedad.
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