Hoy en día es muy común recurrir a alimentos y bebidas enlatados, y en muchas ocasiones el producto se suele consumir directamente del envase al ser una opción muy cómoda. Pero este tipo de presentaciones siempre se han encontrado en la mira de doctores y especialistas quienes aseguran que es necesario lavarlas y vamos a explicarte las razones.
La mayoría de las personas optan por comprar alimentos enlatados porque son prácticos y fácil de transportar. Antes de abrirlos y consumirlos muchos limpian la lata con una servilleta o con su propia mano creando una sensación de seguridad e higiene. Desafortunadamente eso no es suficiente para eliminar los posibles microorganismos que puede tener.
Cuida tu salud siguiendo los siguientes consejos al comer alimentos enlatados.
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Las latas han formado parte de nuestras vidas desde hace más de 85 años, convirtiéndose en uno de los envases preferidos de muchas personas, al ser ligeros y cómodos de llevar. Además, actualmente muchas están hechas de materiales reciclables, siendo consideradas una opción más ecológica.
Fue en 1935 cuando se considera que salió a la luz la primera lata a la venta, la cual contenía en su interior cerveza de la empresa Krueger, una antigua compañía que se encontraba en la ciudad de Newar, Estados Unidos, y se encargaba de fabricar esta bebida de forma artesanal. Los refrescos enlatados no surgieron sino hasta 1953 en EU.
De acuerdo con Metal Packaging Europe y la Asociación de Latas de Bebidas, las latas ofrecen diversas ventajas, entre ellas: que la fabricación de este envase se realiza a una velocidad sorprendente; se recicla aluminio; se redujo el peso; soportan una presión de hasta 7 bares; hay de muchos tamaños; son fáciles de almacenar; cuentan con un espacio 360º para las marcas y más.
Asimismo, señalan que las latas son un envase monomaterial, esto quiere decir que son muy fáciles de reciclar, ya que solo es necesario depositarlas en un contenedor para productos de aluminio y tardan aproximadamente 60 días para volver en forma de una nueva lata u objeto metálico. De la misma manera aseguran que este material no pierde su calidad en el proceso de reciclaje.
Tal es la importancia de la lata en nuestro día a día que el 19 de enero se celebra el Día Mundial de las Bebidas en Lata, con la intención de reconocer las aportaciones que tiene este tipo de envase en la sociedad y en el medio ambiente.
Cabe decir que en el 2020, año marcado por la pandemia de Covid-19, que implicó el distanciamiento social, como las personas solo salían por tareas indispensables, provocó el auge en todo su esplendor de los alimentos enlatados.
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El miedo al consumo de alimentos y bebidas en este tipo de envases surgió en los últimos años, en gran parte, debido a todas las publicaciones en redes sociales que aseguran que la higiene de las latas es deficiente por ser almacenadas en condiciones deplorables.
Se dice que en los lugares donde las latas pasan gran parte de su vida antes de llegar a los anaqueles de compra, pueden encontrarse insectos, ratones y ratas que dejan sus orines y excrementos en ellas. Por lo que se vuelven un riesgo sanitario que expone a los consumidores a enfermedades bacterianas y estomacales que, de no ser atendidas a tiempo, pueden ser graves y hasta mortales.
Aunque se trata de una creencia muy extendida, hay que señalar que existen regulaciones de almacenamiento según las cuales las latas, después de su llenado y sellado, deben pasar por un proceso de lavado industrial y ser cubiertas con un plástico que las protegerá de contaminantes y suciedad.
De hecho, la Organización de Consumidores y Usuarios de España, realizó una investigación en el 2002 sobre la higiene bacteriana de las bebidas en lata en varios comercios. Tras llevar a cabo cultivos de gérmenes en la superficie, concluyó que estas no presentaron contaminación ni organismos peligrosos.
A pesar de los datos anteriores, no está de más tener precaución a la hora de ingerir algún producto enlatado, porque en varias ocasiones nuestra boca tiene contacto directo con los envases. Así que vamos a decirte qué puedes hacer para disfrutar de tu refresco, cerveza o atún con toda confianza.
Ahora que ya sabes más sobre las latas, es importante entender que, aunque este tipo de alimentos y bebidas cuentan con ventajas por su tipo de envase, también requieren de un método de limpieza adecuado antes de comer o beber de ellas. Esto se debe a que, a lo largo de su producción y en la cadena de distribución, debido al ambiente o la manipulación, se contaminan con microorganismos.
Aunque el método de limpieza más usado es el de pasar la mano o una servilleta por la apertura de la lata antes de abrirla, es importante señalar que eso no es suficiente para eliminar la suciedad, no desinfecta, ni elimina microorganismos que pudieran dañar nuestra salud.
Por ello es que las latas deben ser limpiadas con agua y jabón para eliminar organismos que pueden enfermarnos, eso sí, no te olvides de enjuagarlas bien.
Cuando se trata de bebidas, otra opción puede ser el uso de popotes reciclables con la finalidad de evitar el contacto de los labios con la superficie.
Finalmente te recomendamos no consumir alimentos de latas abolladas, esto se debe a que podrían tener alguna abertura que permita la entrada a patógenos y, nunca consumas el contenido de latas infladas, es señal de actividad bacteriana dentro de ella las cuales generan gas, por lo que se trata de un producto descompuesto.
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