El ajo es un alimento de sabor fuerte que es usado como condimento en todas las comidas, no obstante, puede no ser del agrado de todos los paladares, aunque sus beneficios son grandes.
El ajo llegó a América con la conquista de los españoles. En nuestro país, la producción anual es de casi 76 mil toneladas, siendo Zacatecas, Guanajuato y Puebla los principales productores, afirma la Secretaría de Agricultura.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) este alimento posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías, además es rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso.
A pesar de que es relacionado con comidas saladas, este alimento también se puede consumir en forma de bebida, en una infusión. Hoy en Menú te decimos cuáles son los beneficios de tomar té de ajo por las mañanas.
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Los usos del ajo desde tiempos milenarios
El ajo fortalece el organismo pues es muy eficaz para curar infecciones de las vías respiratorias e infecciones. Sus propiedades medicinales están registradas en textos médicos antiguos de Egipto, Grecia, Roma, China e India, afirma la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. “En algunas culturas, el ajo fue suministrado para fortalecer e incrementar la capacidad de los trabajadores”, refiere.
Asimismo, la biblioteca de Estados Unidos sostiene que el ajo era recetado para los atletas olímpicos de Grecia, probablemente como uno de los primeros agentes para mejorar el rendimiento.
Razones para tomar en las mañanas té de ajo
1. Formación de huesos y tejidos
De acuerdo con el Doctor Mercola, el ajo es una rica fuente de manganeso y nos aporta el 23% del consumo diario requerido de éste . El manganeso ayuda a absorber el calcio y con ello se facilita y mejora la formación de tejidos y huesos.
2. Ayuda a reducir el envejecimiento
Como señala el Instituto Nacional de Salud, gracias a los antioxidantes del ajo , el envejecimiento se puede reducir ya que se protege del daño celular.
3. Previene inflamaciones estomacales
De acuerdo con el Fideicomiso de Riesgo Compartido, comerlo puede ayudar a prevenir las inflamaciones estomacales por su efecto diurético.
4. Beneficia la digestión
Por si fuera poco, también ayuda a eliminar las bacterias del intestino ya que las mata y evita su crecimiento y la formación de las mismas; además de ayudar con el metabolismo y la inflamación de los intestinos. Un estudio del Instituto Nacional de Salud mostró que para este resultado se necesita que el ajo esté hervido, por ello es bueno tomarlo en té y por la mañana.
5. Funciona como diurético
De acuerdo con el Fideicomiso de Riesgo Compartido, es un diurético natural pues ayuda al cuerpo a eliminar líquidos y toxinas.
6. Reduce la presión arterial
Reduce la presión arterial gracias a la producción de ácido sulfhídrico y, como lo indica el Fideicomiso de Riesgo Compartido, gracias a esta sustancia se mejora el flujo de la sangre en el cuerpo.
7. Ayuda a aliviar los resfriados
Quizás este sea uno de los usos más comunes, esto se debe a la alicina del ajo que ayuda a tratar las infecciones provocadas por el resfriado. Un estudio publicado en el Instituto Nacional de Salud mostró que comerlo no solo combate el resfriado, sino que si ya te dio, ayuda con la rápida recuperación.
8. Nivela el colesterol en la sangre
Un estudio del Instituto Nacional de Salud explica que el ajo en suplemento, en polvo o en diente, ayuda a reducir los niveles de colesterol un 12% más sobre los placebos. Estos resultados se vieron incluso después de seis meses en los voluntarios.
¿Cómo preparar té de ajo?
Para realizar una preparación de té o infusión de ajo son necesarios muy pocos elementos: agua, ajo y miel.
(Foto: Unsplash)
Como primer paso es necesario poner a hervir agua, aproximadamente 500 mililitros o dos vasos.
Después de dejar hervir la cantidad de agua indicada, agregar 3 dientes de ajo , preferentemente trozados. Y dejar reposar por unos 3 minutos a fuego medio.
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Finalmente, retirar del fuego, dejar reposar alrededor de 5 minutos y colar para servir en una taza.
Se puede agregar un poco miel para endulzar; sin embargo, en poca cantidad porque el sabor del ajo debe persistir para obtener los beneficios.