El snack o refrigerio es un alimento ligero y sencillo pensado para ingerir entre comidas, así como para mitigar la sensación de hambre o ansiedad. Existe infinidad de refrigerios, algunos más saludables que otros. Sin embargo, uno de los más destacados es la almendra.
Esta pequeña semilla es una valiosa aliada contra el hambre, versátil y, además, aporta distintos beneficios a nuestro organismo. En entrevista con EL UNIVERSAL, la maestra Carmen Ruiz Monroy, especialista en nutrición clínica y nutrición deportiva, explica que, para escoger un alimento y decidir si queremos y nos conviene añadirlo a nuestra dieta, es necesario conocer su valor nutrimental.
Y vaya que las almendras cumplen con dichas expectativas, pues “contienen una buena cantidad de nutrientes y beneficios que nos ayudarán a prevenir ciertas enfermedades”, asegura la especialista.
Comencemos por su valor proteico. Las almendras tienen una concentración de proteína más alta en comparación a otras semillas. “Un puñado de almendras aporta alrededor de seis gramos de proteína, la misma cantidad que se puede encontrar, por ejemplo, en un vaso de 200 mililitros de leche o yogur. Es una cantidad de proteína muy buena. Otro nutrimento importante son las grasas, concretamente las poliinsaturadas (las cuales también están presentes en algunos pescados)”, comenta.
Las grasas son importantes para gozar de una buena salud y conservar en óptimas condiciones nuestro sistema cardiovascular y nervioso, además de proteger a nuestras células.
"Incluir el consumo moderado de almendras como snack es una estrategia sencilla para establecer patrones de alimentación saludable en los niños, y una forma factible de ayudar a mejorar la salud pública”, Carmen Ruiz Monroy, especialista en nutrición clínica y nutrición deportiva.
Dentro de este perfil de grasas saludables, las almendras también poseen una cantidad importante de vitamina E que no encontramos fácilmente en otro tipo de alimentos.
“Ese mismo puñado nos aportará la mitad de vitamina E que necesitamos al día. Entonces, si consumimos dos puñados de almendras a diario, tendremos toda la vitamina E que nece sitamos”, dice la nutrióloga.
La vitamina E es uno de los antioxidantes más potentes (junto con la vitamina C), pues juega un papel importante en el mantenimiento de las células y también ayuda al fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. “Otro nutrimento que hay que resaltar es la fibra. Continuando con el puñado de almendras, éste aporta cuatro gramos de fibra. Nada mal si tomamos en cuenta que, con otros alimentos también ricos en fibra, es necesario comer una mayor cantidad para conseguir dicha cantidad. Así es que, al comer un puñado de almendras, estarás cubriendo una muy buena cantidad de esos 30 gramos de fibra que necesitamos consumir al día”, subraya.
LA CIENCIA LAS RESPALDA
De acuerdo con la experta en nutrición, “existen diferentes investigaciones sobre su valor nutrimental y propiedades. Se ha estudiado su papel en la prevención de enfermedades crónicas como diabetes tipo II o afecciones cardiovasculares. Hay investigaciones que indican que el consumo de una a dos porciones de almendras permite controlar lípidos en la sangre, el apetito y el estrés”.
Y, sobre si se pierden o alteran las propiedades de las almendras al incluirlas en otras preparaciones, Ruiz Monroy afirma que, a menos que se realicen ciertas modificaciones, conservan sus beneficios intactos. “Cuando las usamos en distintas recetas o modificamos, para hacer harina, por ejemplo, no se presentan cambios en sus nutrientes. La fibra, salvo que se la quiten (lo cual ocurre al pelarlas), ahí permanece, al igual que las proteínas, vitaminas y grasas. No importa si preparas galletas o las mezclas en una ensalada”,
recalca la nutrióloga.
Verdad o mito...
¿Las almendras ocasionan problemas en la piel?
Lejos de que causen algún daño, las almendras brindan grandes beneficios a la piel de quien las consume gracias a la vitamina E, un nutriente que nos protege de la radiación solar, así como de las toxinas provenientes de la contaminación o del humo del cigarro.
“Cuando la piel ya trae cierto nivel de maltrato, el consumo de almendras ayuda a retrocederlo. Después de seis u ocho semanas de consumirlas con frecuencia, notarás una piel más luminosa y una disminución de líneas de expresión”, afirma Carmen Ruiz, experta en nutrición.
NO HAY PRETEXTOS
A diferencia de otros alimentos, las almendras se pueden consumir fácilmente. Además, suman nutrientes a cualquier preparación y puedes comerlas durante todo el año. “Es posible combinarlas en distintos platillos y presentaciones. Las tenemos todo el año y su conservación es muy sencilla: basta con ponerlas en un lugar fresco y seco. No solo son perfectas como refrigerio, su sabor y versatilidad permite utilizarlas en ensaladas, panes, galletas, licuados o colaciones, y en preparaciones más complejas, como mole o bacalao.
“En conclusión, las almendras aportan fibra, vitaminas, grasas saludables y proteína vegetal. Son un alimento que podemos disfrutar tanto en versión dulce como salada. Sin embargo, no son mágicas: es necesario comer saludablemente e incluir alimentos con buenos perfiles nutricionales, hacer ejercicio con regularidad y dormir ocho horas diarias”, finaliza.
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