Lo maravilloso de la cocina es que siempre encuentra la forma de adaptarse. Es un reflejo del contexto de cada país, región o familia. Gracias a la creatividad de las personas, hoy gozamos de una infinidad de platillos que reconfortan a quien los prueba.
Tal es el caso de las patatas a la importancia , un nombre que puede sonar demasiado sofisticado para un tubérculo que puede encontrarse de manera común en casi cualquier parte del mundo; sin embargo, la importancia se la da la forma en que se desarrolló esta preparación.
Foto: Pixabay
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Las patatas a la importancia tienen su origen en Castilla y León, España , en los años siguientes a la guerra civil, pues fue una época en la que la economía se encontraba dañada y los alimentos eran escasos.
Históricamente, las papas han sido de gran ayuda a la alimentación durante las épocas difíciles y en dicha situación no fue la excepción.
El platillo consta de rodajas de papa rebozadas en harina y huevo, que después se fríen. Posteriormente, se prepara la salsa, con tan pocos ingredientes que parecería imposible obtener tan buen sabor.
La salsa de las p atatas a la importancia se hace con un poco de aceite, ajo, perejil, agua y algunas versiones mencionan el uso de vino, ya que era una bebida que se producía para consumo propio en muchos de los hogares de la región.
El nombre de patatas a la importancia se le dio a este platillo por el proceso, ya que las papas se comían comúnmente, pero en preparaciones sencillas. En esta receta, el cuidado de rebozar, freír y cocinar las papas en la salsa, era lo que la hacía especial y por lo que se destinaba a fechas importantes.
Las patatas a la importancia son un alimento que se ha compartido de generación en generación y que hoy en día ha llegado incluso a las cocinas de algunos restaurantes.
Te compartimos la receta para preparar este platillo rendidor en casa y que compruebes cómo el uso correcto de unos pocos ingredientes pueden tener un resultado muy especial.
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4 papas
1 taza de harina de trigo
2 huevos batidos
Aceite de oliva suficiente para freír
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla finamente picada
3 dientes de ajo finamente picados
½ taza de perejil picado
1 cucharada de harina
100 ml de vino blanco
1 a 2 tazas de agua o caldo de pollo
Sal al gusto
Pimienta al gusto
Pelar y cortar las papas en rodajas de 1 a 2 cm de grosor.
En un plato extendido, colocar la harina y salpimentar al gusto.
Pasar las papas por harina y después por el huevo batido.
Freír en un sartén con aceite de oliva caliente hasta que el exterior esté dorado.
Retirar del aceite y escurrir. Reservar.
En otro sartén, colocar dos cucharadas de aceite de oliva. Añadir la cebolla, el ajo y el perejil y acitronar a fuego bajo. Una vez cocido, agregar una cucharada de harina y remover.
Incorporar el vino blanco y añadir las papas rebozadas. Agregar suficiente agua o caldo para cubrirlas y dejar cocinar a fuego bajo hasta que las papas estén suaves y bien cocidas y la salsa haya espesado.
Servir calientes y decorar con perejil picado.
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