El ajo es uno de los alimentos por excelencia. Su popularidad no solo se debe a la preparación de platillos en la cocina, sino a sus propiedades para crear remedios naturales . Y no solo nos referimos a los dientes, sino a la cáscara , la cual tiene numerosos usos que sí o sí debes probar.
Por lo general, al utilizar el ajo se le retira la piel que lo recubre y la pulpa es utilizada como condimento para darle sabor a la comida. Fileteado, picado finamente o mezclado con aceite de oliva siempre está presente en nuestra dieta diaria por su versatilidad culinaria.
Así, para muchas personas la cáscara del ajo resulta un deshecho que termina en la basura. Es por eso que en Menú te compartimos algunos de los usos con los que puedes sacarle provecho.
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Procedente de la familia Liliaceae, en la Edad Media y dentro de las culturas mediterráneas, se popularizaron las propiedades terapéuticas del ajo . Y en la actualidad se ha convertido en un auxiliar para combatir enfermedades.
El bulbo del ajo , lo que conocemos coloquialmente como “cabeza”, se compone por pequeños gajos o dientes que aportan micronutrientes beneficiosos para tu salud . Una porción incluye compuestos azufrados, manganeso, selenio, calcio, potasio, así como polifenoles, sustancias antioxidantes , vitamina B y C.
De acuerdo con un artículo publicado por la Revista Offarm, especialista en difusión científica e información biomédica, el ajo tiene propiedades diaforéticas, expectorantes, antiespasmódicas, antisépticas, antimicrobianas, hipotensivas y antihelmínticas.
Por lo anterior, es una alternativa excelente para tratar molestias respiratorias, entre ellas, tos, bronquitis, asma bronquial y gripe. Según indica el mismo artículo, el ajo estimula el sistema inmunológico, combate la aerofagia, espasmos abdominales y la amenorrea. Por si fuera poco, también se le ha encontrado un uso tópico focalizado en callos, verrugas y artritis.
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Lo tradicional es consumir el ajo en infusión o té. Los dientes se ponen a hervir con agua y tienes la opción de complementar con algún potencializador, como el limón. Aunque te sugerimos reservar la cáscara para darle uno de los siguientes usos:
1. Complementa tus jugos con la cáscara del ajo. Muele la cáscara del ajo con un procesador o molcajete para convertirlo en polvo y añadirlo a tus jugos naturales. Este toque le dará un sabor sutil a tus preparaciones, en especial, si eres de las personas que no toleran consumirlo entero.
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2. Tuesta los ajos con todo y cáscara. Cuando cocines un platillo que requiera ajo , como salsas y aderezos, llévalos a fuego lento sin retirar la cáscara . Después, agrega el resto de tus ingredientes, sazona con sal o pimienta y obtendrás un gran sabor en tus preparaciones.
3. Utiliza la cáscara de ajo como base de tus platillos. Agrega la cáscara al momento de poner a hervir pasta, arroz o cocinar caldo de res, pollo y cerdo. Complementa con hierbas de olor, como cilantro y hojas de laurel. Añade clavos, sal y pimienta para darle un toque extra de sazón.
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4. Dale sabor a tus comidas con la cáscara de ajo. Otro uso que le puedes dar a la cáscara es como hierba o especia. Por ejemplo, para la preparación de pan estilo italiano solo debes triturar la piel del ajo y mezclarla con un toque de aceite de oliva.
Corta el pan en rebanadas y aplica el barniz de cáscara de ajo con una brocha de repostería. Lleva a hornear y, una vez que esté listo, notarás que esta combinación le dará una textura crujiente.
5. La cáscara del ajo es un repelente natural. El olor del ajo ahuyenta a los mosquitos y otro tipo de insectos. Para hacer un repelente natural, coloca las cáscaras en los rincones y ventanas de tu casa o, si lo prefieres, agrégalas a tus cultivos para evitar plagas.
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6. Cáscara de ajo como fertilizante y composta de plantas. Por último, todo residuo orgánico es excelente para crear abono de plantas. En lugar de tirar la cáscara a la basura, añádela a tu composta o directamente sobre la tierra. De esta manera, contribuyes a que se mantengan saludables.
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