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En la era moderna, el huevo ha trascendido su simpleza natural para convertirse en una pieza clave de la revolución alimentaria. Lo que alguna vez fue un producto que provenía exclusivamente de traspatios y granjas, hoy se procesa en laboratorios y fluye por líneas de producción, respondiendo a la demanda de un mundo que gira más rápido que el ciclo natural de las gallinas ponedoras.
Con precisión científica, el huevo se descompone, se deshidrata, se procesa y finalmente se transforma en distintos ovoproductos. Estas formas industrializadas del huevo ofrecen la versatilidad que panaderías, cocinas industriales y grandes industrias alimentarias necesitan, preservando sus beneficios nutritivos sin sacrificar calidad.
¿Te gustaría saber qué ovoproductos pueden enriquecer tu dieta? En Menú, te presentamos las opciones más innovadoras que están transformando la forma en que consumimos huevo hoy en día:
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Huevo cocido envasado
Huevos perfectamente cocidos y listos para su uso, envasados al vacío para prolongar su frescura. Ideal para ensaladas, sándwiches o como snack saludable, conserva el sabor tradicional del huevo cocido, con la ventaja de estar siempre listo para consumir.
Huevo líquido
El huevo líquido es una mezcla homogénea de yema y clara pasteurizadas, de consistencia fluida y color amarillo pálido. Se usa principalmente en industrias de panificación y repostería, ya que permite una rápida manipulación y dosificación en recetas que requieren volumen, como panes y pasteles.
Yemas envasadas
Yemas de huevo, separadas de la clara, pasteurizadas y envasadas, de consistencia fluida y color amarillo intenso. Se usa como espesante para salsas, cremas o aderezos o para dar cuerpo y cremosidad a cremas y postres.
Claras envasadas
Claras de huevo, separadas de la yema, pasteurizadas y envasadas, de consistencia fluida y color blanco lechoso. Se usa principalmente en industrias de panificación y repostería para hacer merengues, soufflés y mousses. Además, son muy valoradas en dietas altas en proteínas y bajas en grasas, lo que las hace una excelente opción para quienes buscan mejorar su rendimiento físico y nutrición deportiva.
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Huevo deshidratado
Este polvo amarillo claro es el huevo en su forma más práctica y duradera. Tanto la yema como la clara son deshidratadas mediante distintos procesos que preservan sus nutrientes. Al rehidratarse, adquiere una textura y sabor similares al huevo fresco, por lo que es utilizado en diversas industrias alimentarias en las que se requiere gran cantidad de huevo sin la necesidad de refrigeración.
Yema de huevo deshidratada
Este polvo dorado concentra toda la riqueza de la yema de huevo, con su alto contenido de grasas y su sabor característico. Se utiliza para dar color, sabor y textura a salsas, cremas, mayonesas, y algunos postres, además de servir como emulsionante en muchas aplicaciones alimentarias. Su presentación en polvo facilita el almacenamiento y prolonga su vida útil.
Clara de huevo deshidratada
Este polvo blanco concentra toda la riqueza de la clara de huevo, rica en proteínas y con un bajo contenido en grasas. Es altamente apreciada en repostería y confitería por su capacidad para formar espuma y estabilizar, lo que la hace imprescindible en la creación de merengues, caramelos, mousses y glaseados.
Proteína de albúmina de huevo en polvo
Albúmina de huevo, deshidratada y pulverizada hasta lograr un polvo fino, ideal para usos en suplementos nutricionales o en productos de alto valor proteico. Su color varía de blanco a amarillo claro, dependiendo de si contiene yema o solo clara. Es muy utilizado en la industria alimentaria y por atletas, ya que proporciona una fuente pura de proteína de alta calidad, fácil de disolver en líquidos o incorporar en alimentos.