Nadie quiere estornudar y mucho menos resfriarse o enfermar de las vías respiratorias en tiempos de la COVID-19. Si bien no existe un solo alimento que por sí solo fortalezca el sistema inmunitario, la alimentación y los hábitos de vida pueden ayudar a prevenir o -en su caso- disminuir los síntomas de los resfriados y la gripe.
RECOMENDACIONES
Alimentación
Verduras y frutas de temporada. La naturaleza es tan sabia que pone a nuestro alcance nutrimentos necesarios para cada época del año.
Verduras:
Acelga, aguacate, alcachofa, berenjena, calabaza, col, coliflor, champiñones, espinaca, jitomate, lechuga, y zanahoria.
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Frutas:
chicozapote, chirimoya, fresa, granada china, guayaba, lima, limón, mandarina, naranja, toronja, papaya, pera, piña, plátano, tejocote, y zapote negro.
Alimentos fermentados:
kéfir, yogurt natural sin azúcar añadida, jocoque, soya y derivados, kimchi, chucrut crudo, entre otros.
Ajo:
Rico en alicina, substancia similar a la penicilina. Se ha utilizado a lo largo de la historia como antiséptico natural.
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Vitamina A:
hígado, huevo (con yema), aceite de hígado de bacalao y pescados -preferentemente- grasos como sardina, salmón trucha y atún.
Vitamina D:
Baños de sol, yema de huevo, alimentos fortificados y suplementos vitamínicos prescritos por un profesional de la nutrición.
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Zinc:
Carne de res, cerdo, cordero, muslos de pollo, nueces, granos enteros, leguminosas y ostiones.
Miel:
Se le atribuye capacidad bactericida y antiséptica. Mezclada con limón es un excelente remedio casero.
Té de jengibre:
Según la medicina tradicional china, resulta uno de los mejores tratamientos para atender los resfriados.
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Y si ya estás resfriado, no olvides incluir caldo de pollo. Tiene un ligero poder antiinflamatorio además de que al beberlo caliente ayuda a descongestionar las vías respiratorias.
Descanso
Existe una asociación bidireccional entre el sueño y el sistema inmune. Dormir menos de 6 horas por día aumenta la probabilidad de enfrentarse al virus del resfriado.
De acuerdo a un estudio publicado por la Asociación Médica Americana se cree que la calidad del sueño es un predictor importante de la inmunidad y, a su vez, de la susceptibilidad al resfriado común.
- Ojo: el estrés reduce la capacidad del sistema inmunológico y nos hace más susceptibles a las infecciones.
Higiene personal
Mantener una buena higiene es la base para evitar contagios. La Organización Mundial de la Salud nos sugiere:
Lavar constantemente las manos (durante 20 segundos) con jabón y/o utilizar un gel hidroalcohólico.
Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo.
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Limpiar y desinfectar frecuentemente las superficies, en particular las que se usan con regularidad como lo es el teléfono celular.
Portar correctamente el cubrebocas (que cubra naríz, boca y mentón).