Comúnmente la utilizamos para aderezar una pizza , papas fritas o el conocido huevito por la mañana, incluso hay atrevidos que no pueden vivir sin esta salsa en su comida. La cátsup o salsa de tomate es una preparación agridulce de origen chino que antes se comía con pescado o carne y que para nuestra sorpresa, no contenía tomate entre sus ingredientes.
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Con el tiempo y las migraciones esta salsa fue llevada Inglaterra y después a Holanda en donde tendría mucho éxito. Sin embargo, sería hasta que Henry J. Heinz la incluyera como un producto de su compañía que se volvería un imprescindible para acompañar los nuggets o las papas a la francesa, por mencionar algunos platillos.
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Esta versión de la salsa cátsup es la que hasta nuestros días y la que podemos ver en miles de botellas en los stands de los supermercados o en sobrecitos cuando compramos pizza. La base de esta salsa son los tomates, vinagre blanco, cebolla, ajo, canela y otras especias, pero hay quienes le agregan nuez moscada para intensificar su sabor.
Comer cátsup en grandes cantidades no es recomendable, ya que su preparación industrial contiene mucha azúcar y jarabe de fructosa además de sustancias químicas y colorantes que son muy dañinas para la salud. Pero no te preocupes en Menú te damos un opción casera para que no dejes de disfrutar este aderezo.
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½ litro de puré de tomate
¼ de taza de vinagre blanco
½ taza de azúcar
1 cucharada de sal
1 cucharada de cebolla en polvo
½ cucharada de ajo en polvo
¼ de cucharadita de canela en polvo
1 pizca de clavo en polvo
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Verter el puré de tomate en una olla y enseguida agregar la sal, el azúcar, la cebolla, el ajo, la canela y el clavo en polvo. Revolver todos los ingredientes y dejar hervir a fuego alto durante cinco minutos. Posteriormente añadir el vinagre y dejar hervir por tres minutos o hasta que la salsa se ponga espesa -es importante revolver la salsa constantemente para evitar que esta se pegue-.Una vez que la salsa esté lista hay que guardarla en un frasco de vidrio y cerrarla perfectamente, luego hay que voltear el frasco de tal manera que quede de cabeza y dejar reposar por cinco minutos. Pasado el tiempo regresar a su posición correcta y dejar que se enfríe. Para que tu cátsup casera te dure más tiempo es recomendable guardarla en un lugar seco y oscuro, pero una vez que el frasco sea abierto se tiene que refrigerar. Y te puede llegar a durar hasta seis meses.
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