Recientemente se informó que México perdió el panel del T-MEC sobre la entrada del maíz transgénico a nuestro país. ¿Qué significa? En otras palabras, que productores estadounidenses podrán comercializar con maíz genéticamente modificado en los campos mexicanos en “competencia” con productores indígenas.

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La disputa del maíz transgénico

Luego de que el ex-presidente Andrés Manuel López Obrador publicara un decreto que prohibía el consumo humano del maíz transgénico en nuestro país, Estados Unidos abrió un caso pro conflictos en el Tratado de Libre Comercio contra México el pasado 17 de agosto de 2023, cuando solicitaron iniciar un panel arbitral que solucionara “las diferencias por la regulación mexicana del maíz genéticamente modificado”, tema al que Canadá se unió días después, según se informó en El Universal.

El panel pasó más de un año para anunciar el fallo final, y fue hasta el día de ayer que Christian Häberli, Hugo Perezcano Díaz y Jean E. Kalicki, decidieron que México no tiene argumentos científicos para prohibir el consumo de maíz transgénico y glifosato, y que las medidas que se tomaron por el gobierno mexicano “violan el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá”.

Como resultado, México tiene 45 días para levantar las reestricciones de importación y consumo de Maíz Transgénico. De no hacerlo recibiría sanciones por incumplimiento del T-MEC.

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Foto: IStock
Foto: IStock

Parte de los motivos que el panel tomó fue que México no presentó documentación científicamente justificada que argumentara el riesgo a la salud pública y a la biodiversidad mexicana por el uso de transgénicos y glifosato.

Sin embargo, en México, hay decenas de reportajes presentados por periodistas, ambientalistas y activistas que demuestran el riesgo del uso de glifosato para la salud de agricultores y consumidores primarios, así como del peligro del uso del maíz transgénico para la vida de las miles de especies de maíz nativo, como sucedió con el caso contra Monsanto, una de las grandes tragedias agroecológicas.

Un caso similar es lo que pasa en Los Andes y otras regiones latinoamericanas que por disposición oficial permitieron el consumo de este alimento genéticamente modificado, resultando en una competencia injusta entre productores nacionales en campos orgánicos que se dedicaban a sembrar maíz criollo y la enorme industria de maíz transgénico, en la cual, los agricultores nativos perdieron miles en venta debido a que es más barato comprar transgénicos.

Además, hay registros de que la especialización productiva, hablando de maíz transgénico podría poner en riesgo la siembra, el cuidado y la vida del maíz criollo debido a la transferencia de ADN entre ambos. Provocando que el transgénico se extienda como “maleza” en campos de maíces nativos, como asegura un estudio de la Universidad de Guadalajara.

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Las posturas del maíz: México vs. Estados Unidos

Las disputas por la el uso y consumo del maíz transgénico empezaron desde 2020, sin embargo, fue desde febrero de 2023 cuando se decidió detener el paso de este ingrediente genéticamente modificado por las mesas del país.

El argumento tanto del entonces ejecutivo así como de grupos ambientalistas fue proteger el maíz criollo y los plantíos de las poblaciones indígenas que viven de la siembra de las miles de especies del maíz nativo, además de prevenir problemas de salud pública producto de los agroquímicos como el glifosato.

Frente a esto, inversionistas estadounidenses piensan que es más un tema de ideología sin sustento científico que solamente pone en riesgo las inversiones y el libre comercio de este país en México, pues según datos del gobierno de Estados Unidos, evitar el consumo de maíz transgénico podría hacerles perder más de 5 millones de dólares que ganan gracias a la venta de este ingrediente en México.

Si no logra revertir decreto, México deberá aceptar el cultivo de maíz transgénico en su territorio como parte de sus compromisos con el T-MEC. Foto: de Juan Barreto. archivo afp
Si no logra revertir decreto, México deberá aceptar el cultivo de maíz transgénico en su territorio como parte de sus compromisos con el T-MEC. Foto: de Juan Barreto. archivo afp

La resolución

Finalmente, a través de un comunicado de prensa, la Secretaría de Economía de México dijo que respetará el fallo, aunque “no comparte la determinación del panel, pues considera que las medidas cuestionadas están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, establecidos en la legislación nacional y en los tratados internacionales de los que es parte”.

Esto quiere decir que el maíz transgénico podrá comenzar a utilizarse en masa de maíz, tortillas, alimento para ganado, entre otros usos agrícolas y comerciales.

¿A qué organizaciones civiles puedes seguir para informarte más sobre el tema?

En México, diversos grupos activistas han mostrado su preocupación del uso de transgénicos y pesticidas. Especialmente del maíz, el movimiento “Sin maíz no hay país” impulsado por cocineras tradicionales, agricultores locales, chefs mexicanos y ambientalistas ha luchado por detener la invasión de este producto genéticamente modificado a los campos mexicanos. Otros que destacan son Alianza por nuestra tortilla, restaurantes como Maizajo o la salsa La comandanta.






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