La migración es inevitable. Las rentas suben, la vida se encarece y no todo el mundo está contento con tanto Airbnb. Lo cierto es que dicho fenómeno nos ha obsequiado gastronomía internacional. Hay una cocina que está dando un salto notable: la hindú. Antes solo se hablaba de Tandoor o Dawat.
Con el paso de los años, llegaron Bukhara o Tah Mahal . Masala y Maíz rompió esquemas fusionando la gastronomía local con la india y la africana. Es turno de Maza Bistrot, una propuesta indo francesa.
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Un neo bistrot callejero
Inicio con el sharbat , una bebida de frutos, hierbas y pétalos de rosa. La bebí sin saber que cuenta la leyenda que es el primer “refresco” del mundo. Su nombre es una palabra persa y significa: bebida con agua y azúcar. A mí me supo a spa. Usualmente viene en forma de sirope, se mezcla con agua y se sirve bien frío. Sino pregúntenle a Babur, el primer emperador mogol quien lo disfrutaba con hielo del Himalaya.
Aunque la mayoría de locales indios ofrecen lo más sofisticado de su cocina, aquí hay comida callejera. El bhel puries un plato con arroz inflado, papas, tomate, cebolla y chutneys (entre otras variaciones). Este lleva mango, granada y aguacate (porque México). Solo faltó que lo sirvieran en un cono de papel para sentirme en las calles de Mumbai (eso lo vi en YouTube; todavía no se me hace el viaje a India).
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El tema del bistrot se hace presente en el vino, pues, entre franceses, españoles y mexicanos, su carta, bien curada, recorre opciones biodinámicas, orgánicas, naturales y una que otra más “normal”. Optamos por un mexicano de Chihuahua que maridé con la especialidad de la casa: el cordero cocinado a baja temperatura durante 10 horas, con yogurt, aceite de mostaza y un toque de chile Kashmir.
Curiosamente, sus platos fuertes se sirven en charolas de aluminio con divisiones para dos bollos y verduras encurtidas. Recordé la vez que fui al comedor hare krishna en la San Miguel Chapultepec (buena experiencia; lo invito a visitarlo). Regresando a los platillos, otra opción popular es el malai chicken, preparado con crema y almendras, que presume de sabroso. Soy alérgica a dicha semilla, pero confío en mis confidentes culinarios en turno.
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Probamos el byriani . Una cazuela cubierta con una tapa de pan espolvoreada con comino. Imagina romper la capa superior y liberar los aromas del arroz basmati y el pollo especiado. El arte de este platillo de más de 250 años de antigüedad, consiste en lograr una cocción uniforme y éste lo consiguió. Pruébalo con el yogurt que le acompaña y entenderás por qué se convirtió en un plato real del imperio Mogol .
Se me agotan las líneas, pero necesito contarle del postre : el gulab jamun , bolitas fritas de masa con leche condensada, bañadas en azúcar, cardamomo, azafrán, agua de rosas y especias. Se sirven calientes y son puro amor.
Mazā Bistrot
Dirección: 31b Londres, Col. Juárez
Tel: 55.5925.7841
Horario: mié.-jue. 12-21/ vie.-dom. 12-22 hrs., lun. 12- 21 hrs.
*Diana Féito es una apasionada por descubrir historias. Siempre la encontrarás en sus redes comiendo algo rico.
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