Isaac Newton fue uno de los físicos más importantes de la historia, conocido por sus múltiples investigaciones y aportaciones a la ciencia. Además de ello, entre las múltiples historias que se conocen de él, hay una en muy peculiar, y es que se dice que una de las cosas que más gustaba degustar, era el pan con vino. ¿Por qué lo hacía? En esta nota te contamos los beneficios por los cuales Newton mojaba su pan con vino, así como los nutrientes que eso aporta al cuerpo.
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La costumbre de mojar el pan con vino tiene muchísimas ramificaciones es sabido que en la antigua Grecia se usaba para rebajar la sensación de embriaguez y saciar el hambre si es que escaseaba el alimento.
También en la cultura judía, se solía dar este alimento para invitados como muestra de hospitalidad y respeto, además de demostrar su humildad ante los ojos de Dios y sus invitados. En Italia, todavía se suele ofrecer como un aperitivo rápido y llenador, un refrigerio refrescante para un día caluroso.
Según datos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, el vino tiene un gran beneficio por los taninos que lo integran, estos son antioxidantes que previenen el envejecimiento celular y reducen el riesgo de generar células cancerígenas.
También ayuda a evitar la inflamación del organismo que es provocada muchas veces por los picos de glucosa; ayuda a reducir los niveles de glucosa altos, siendo así un gran auxiliar para evitar enfermedades como la diabetes que a su vez causan inflamación en nuestro sistema.
En el caso del pan, según la Biblioteca Nacional de Medicina, es un alimento clásico que ayuda a adquirir la tan importante vitamina B, que ayuda principalmente al proceso para que nuestro cuerpo pueda adquirir energía de los alimentos y a generar glóbulos rojos. También nos da minerales importantes como el magnesio y el potasio. En conclusión: la combinación del pan con vino tiene múltiples beneficios para la salud.
Una de las obras más importantes de Newton, y de la ciencia en general, son "Los principios matemáticos de filosofía natural", y se dice que este trabajo lo llevó a cabo mientras comía un buen pan con vino.
No obstante, es importante recordar que el vino en exceso puede ser intoxicante y comer demasiado pan nos puede llevar a subir de peso, sufrir de constipación y aumentar nuestros niveles de glucosa en sangre. Por lo tanto, y como conclusión: un buen pan con vino es un gusto gastronómico lleno de nutrientes beneficiosos para la salud, pero no hay que abusar de él.
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