En apariencia hacer sopa aguada es una tarea sencilla y quizá lo sea para aquellos que tienen mucha práctica en la cocina, sin embargo, tiene su chiste. Bien dicen que a nadie le queda el fideo a la primera.
Es por eso que en Menú te compartimos los mejores consejos para hacer sopa aguada de la chef Lula Martín del Campo, chef de los restaurantes Cascabel, Marea y Altanera.
La chef Lula subraya la importancia de no omitir un paso clave al preparar una sopa aguada: dorar la pasta. “Ya sea fideo, munición, letras o codito, la pasta se debe dorar en un poco de aceite vegetal hasta que tenga un color pajita, no tan oscuro”. Este paso es fundamental para aportar sabor a la sopa desde el inicio.
"Ya que tenemos la pasta dorada, la retiramos de la olla y la colocamos sobre un plato cubierto con una servilleta, para que absorba el exceso de aceite", continúa la chef Lula. Este paso es fundamental para evitar que la pasta quede aceitosa, uno de los errores más comunes al preparar sopa aguada.
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El puré de tomate crudo es otro de los elementos clave en la preparación de una buena sopa. Aunque la base se compone tradicionalmente de jitomate, cebolla y ajo, la chef Lula sugiere añadir un poco de chile para darle ese toque picante que le dará más profundidad a la sopa. "Al licuar el jitomate, cebolla y ajo, suelo agregar un poco de puré de chipotle adobado en lata por su practicidad, pero podemos usar puré de cualquier chile seco, como ancho, guajillo, pasilla o mulato", comparte la chef.
Asimismo, la chef Lula recomienda cocinar el puré de tomate crudo y picosito en el mismo aceite en el que se frió la pasta y sazonar con sal de Colima. Después, incorporar la pasta, dejar que se impregne por un par de minutos de todos esos sabores y terminar con un fondo vegetal.
“Antes se agregaba caldo de pollo, pero prefiero utilizar un fondo vegetal que se puede preparar con apio, zanahoria, cebolla y hierbas de olor, así como con cualquier otra verdura que se va quedando en el refrigerador, incluso aquellas que no están tan firmes o bonitas”, detalla la chef. Si bien una sopa aguada puede hacerse con agua, caldo de pollo o caldo de res, esta opción es una forma efectiva de aprovechar ingredientes que de otro modo podrían desperdiciarse, además de promover una cocina más consciente y sostenible.
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Si bien, para estos momentos puede que la olla haya dejado de borbotear en la estufa, una fiesta aguarda por la sopa aguada en la mesa: cubitos de aguacate, queso desmoronado, frescas hojas de cilantro y mitades de limón. “Yo recomiendo servir la sopa así y acompañarla de “La fiesta”, para que cada quien la pueda ponerle su toque personal”, concluye la chef Lula.
Así, servida humeante en un tazón, nuestra sopa aguada se transforma en un abrazo reconfortante, ideal para acompañar cualquier comida familiar o para disfrutarse en solitario; un bello recordatorio de cómo un plato sencillo es capaz de evocar recuerdos y despertar emociones entrañables.