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Escoges la mejor mesa disponible, te tomas un tiempo para elegir tu platillo sabiamente, y después de una larga espera cuando por fin dispones de tus alimentos, el sabor no es lo que esperabas, le falta un poco de sal o no está en su punto. El mesero que te atendió se encuentra ocpuado otra mesa y tú no sabes qué hacer para llamar su atención. Es aquí donde descubres el lenguaje de los cubiertos.
Foto: Cortesía
Sí, así como lo lees: los cubiertos tienen un discreto lenguaje que hablará por ti sin necesidad de estar a la caza del mesero, ya que cualquier empleado de la industria restaurantera sabrá cuáles son tus necesidades con tan solo un par de movimientos.
Pausa
Para indicar que necesitamos hacer una pausa mientras disfrutamos nuestros alimentos, sólo tenemos que colocar nuestro tenedor y cuchillo tocándose por las puntas. Con esto indicaremos al servicio que todavía no es momento de retirar el plato.
Foto: Archivo
Siguiente plato
Con el fin de informar a nuestro mesero que estamos listos para degustar el siguiente platillo, tendremos que colocar nuestros cubiertos en forma de cruz exactamente por la mitad del plato.
Foto: Archivo
Terminé
Una vez que hayamos quedado satisfechos, es importante indicar nuestros deseos de finalizar si colocamos los cubiertos de manera paralela y verticalmente.
Foto: Archivo
No me gustó
Cuando tengas algún problema con el sabor de tus alimentos y no encuentres al personal cerca, puedes cruzar en forma de equis “X” el tenedor y el cuchillo para indicar que estás insatisfecho con tu servicio y en seguida alguien del personal se acercará.
Foto: Archivo
Excelente plato
No obstante, si nuestra experiencia culinaria fue satisfactoria y superó las expectativas, podemos felicitar al servicio si ponemos los cubiertos en forma paralela al igual que cuando indicamos que terminamos, pero esta vez de manera horizontal.
Foto: Archivo