La atmósfera está cambiando los alimentos que consumimos a diario. No es una novedad que los estudios revelen el incremento del CO2 y su relación con el cambio climático. Pero quién se ha puesto a pensar cómo afecta el cambio atmosférico a los alimentos.
Irakli Loladze, matemático de la Universidad Estatal de Arizona, encontró en una investigación relacionada con el zooplancton (organismo que se alimenta de algas) que la exposición de las algas a niveles elevados de CO2 las hacía crecer más rápido. Sin embargo, su nivel nutricional decaía.