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Por tercer año consecutivo, expertos sommeliers, enólogos y profesionales de la industria vitivinícola y de bebidas espirituosas, se dieron cita en México para la realización del México Selection by Concours Mondial de Bruxelles, competencia itinerante dedicada a reconocer lo mejor en vinos y destilados producidos por manos mexicanas.
Aguascalientes fue el estado que en esta ocasión recibió a los jueces nacionales e internacionales responsables de las catasque evaluaron a las bebidas inscritas en la justa más importante de México en su categoría. “Tuvimos una edición llena de récords e innovaciones. Primero, con un número de participantes nunca antes visto en México: 517 muestras totales, de más de 15 estados de la República. Segundo, con la implementación del primer sistema de evaluación digital por tabletas electrónicas, que nos permitió evaluar con gran precisión e inmediata confirmación estadística desde nuestro equipo informático en Bruselas. Este sistema, desarrollado por el Concours Mondial de Bruxelles , pone a México en una nueva dimensión de competencia internacional”, explica Carlos Borboa , director del concurso.
México Selection es un concurso que funciona para evaluar la buena manufactura de las bebidas inscritas. A ciegas y en un ambiente totalmente controlado, los jueces verifican las muestras en series homogéneas para otorgarles un puntaje que va del cero al 100 y que evalúa vista, nariz, boca y armonía general: todo esto con la finalidad de otorgar medallas a las bebidas elaboradas con la mejor calidad. La finalidad es que, con estos galardones, el consumidor pueda realizar decisiones de compra con la confianza de que un grupo de expertos de todo el mundo y una institución de prestigio, como el Concurso Mundial de Bruselas, avalan la calidad de cada etiqueta premiada.
“Con mi participación en el concurso me he dado cuenta de muchas cosas que han sucedido en la industria. Creo que hay muchos productores que han volteado a ver las tendencias mundiales, como menos barrica y un poco más de fruta”, señala la sommelier mexicana Laura Santander.
“Por supuesto que hay productores que están en una curva de evolución, que es totalmente natural cuando tienes una bodega nueva y empiezas a producir vinos”, explica la experta, quien aplaudió la integración de tabletas electrónicas durante las catas para agilizar la evaluación.
Además de México, los países de origen de los jueces invitados fueron: Argentina, Bélgica, Colombia, España, Estados Unidos, Francia y Reino Unido. Esta diversidad dota a las mesas de evaluación de dinamismo y de diferentes perspectivas y bagajes culturales que favorecen una evaluación imparcial. “Es la primera vez que soy presidenta de una mesa. Me pareció lo más divertido y estoy muy agradecida: te das cuenta del tipo de catadores, calibras lo que está sucediendo, qué les gusta, qué no les gusta y del perfil de cada uno de los jueces. Los catadores se adaptaron a cada uno de los vinos que probamos y a lo que sucedía en cada una de las copas”, apunta.
Además de clases magistrales de vino y destilados, después de cada una de las sesiones de cata, y como parte del programa del México Selection, los jueces fueron llevados a conocer diferentes bodegas del territorio de Aguascalientes para comprender un poco más del terruño: Bodegas de la Parra, Hacienda de Letras, Vinícola Santa Elena y Bodegas Origen fueron los proyectos que recibieron a los catadores profesionales.
Aguascalientes tiene una tradición vitivinícola que se remonta a los tiempos de la Colonia, y si bien ésta ha visto fragmentada y detenida por las crisis políticas y económicas de los siglos posteriores, hoy en día vive un renacimiento que busca colocar al estado dentro del panorama enológico de calidad. “Creo que hay pocos momentos en la vida cotidiana de una bodega donde hay la oportunidad de intercambiar ideas y puntos de vista sobre lo que está sucediendo en México con tantas personas conocedoras”, explica Pablo Alonzo Pérez, director de Viñedos Santa Elena y Bodegas Origen.
”Aguascalientes es una región que quiere despertar. Estamos en una etapa de descubrimiento rápido, acelerado, donde cada una de las bodegas busca su identidad. Es un momento donde también queremos descubrir las variedades que mejor se adaptan a la región: creo que los blancos como Garnachas Blanca, Chenin Blanc, Viognier y Macabeo tienen un potencial tremendo y llegaron para para quedarse”, afirma el bodeguero.
Las primeras vides que se plantaron en territorio nacional por órdenes de los conquistadores españoles, inmediatamente después de la caída de Tenochtitlan, hacen de México el productor de vino más antiguo de todo el continente americano. Pero, a pesar de estos cuatro siglos de historia en el cultivo de la vid, la producción de vino en México, a diferencia de otros países latinoamericanos como Argentina y Chile, no floreció a gran escala debido a diferentes factores políticos.
Sin embargo, la industria hoy en día se encuentra en una etapa de crecimiento en la que la búsqueda de identidad, el fomento al consumo y el conocimiento del terroir, para saber qué variedades se adaptan mejor, son los ejes que dirigen el desarrollo. “Continuamente viajo a países que están, como México, en ese punto de establecer una industria de vino comercial desde el inicio. Creo que hay una gran promesa, aunque por momentos sufren de algunos problemas.
“Muchos bodegueros siguen su pasión, y el problema con eso es que en muchos casos plantan uvas siguiendo sus gustos en vez de pensar qué es lo mejor en ese particular clima y terroir”, señala Natasha Hughes, Master of Wine del Reino Unido.
Hughes sugiere que las condiciones climáticas de México no son las ideales para las variedades de uva de los climas frescos de Francia y Europa, que muchos mexicanos siguen plantando. También la experta cree firmemente que México debería plantar variedades de otras regiones mediterráneas como Languedoc-Rosellón en el sur de Francia, Portugal, Italia, Grecia, Croacia, Eslovenia, Líbano e Israel, y tomar inspiración vitivinícola de países del Nuevo Mundo con climas más cálidos como Sudáfrica y Australia.
“La gente aquí parece todavía creer que si un vino tinto es añejado por largo tiempo y tiene barrica es bueno. Los mejores vinos que probé aquí no son esos, son los más jóvenes. Si ustedes se han esforzado en producir buena fruta para hacer a un vino balanceado y fresco, ¿por qué opacar esta fruta con añejamiento y barrica?”, apunta Hughes, quien asegura que lo mejor está por venir, cuando las nuevas generaciones, con una visión más moderna, tomen el control de las vinícolas.
“Hay una promesa, creo que hay mucho potencial cuando la gente quiere hacer buen vino. Se debe seguir adelante, buscar una perspectiva más amplia, beber los vinos de otras partes del mundo y hablar con los productores de otros países”, aconseja Hughes.
Por su parte, Caroline Hermann, Master of Wine originaria de Estados Unidos y abogada especialista en bebidas alcohólicas, aconseja que nuestro país debería decantarse hacia la producción de vinos jóvenes, frescos y con personalidad propia que se adapten a las tendencias enológicas del momento. “He estado muy motivada por los vinos mexicanos que probé los últimos tres días. No todo es perfecto ahora mismo, pero yo creo que hay un gran potencial aquí. En la mesa tuvimos algunos vinos muy correctos, limpios, con mucha frutalidad, y eso es justamente a lo que se debería apuntar en este punto de desarrollo. Yo creo que los vinos más exitosos son jóvenes, de añadas recientes, más frescos, más frutales, con una buena acidez. También aquellos que no tienen mucha influencia de roble: los que solo muestran las uvas y las características del terroir”, explica Caroline.
La experta también señala que, si los productores mexicanos desean seguir adelante con la producción de variedades tradicionales como Malbec, Merlot o Cabernet Sauvignon, éstas deberían mostrar un carácter diferente de cualquier otro vino elaborado con las mismas variedades en otra parte del mundo, y ese trabajo es algo difícil de lograr. "Creo que se podría apostar más por variedades que no están disponibles localmente, algo diferente. Para poder tener un vino exitoso, tienes que meterte en las cabezas de los consumidores. ¿Por qué persistir en variedades que quizá no tienen mucho atractivo o la mejor expresión? Quizá lo mejor sería pensar en cepas que se adapten mejor a este clima y puedan expresarse de una forma única que no encontrarías en otra parte del mundo”, apunta Caroline, quien también señala que, para el mercado estadounidense, sería muy atractivo poder tener la oportunidad de probar vinos mexicanos de calidad.
“Estados Unidos es un mercado con mucha influencia internacional. Siempre hay gente yendo y viniendo, y hay un gran deseo por consumir variedades de uva y vinos producidos en lugares que no encuentras en un supermercado: no otro Merlot, no otro Chardonnay. Te puedo decir que actualmente, en Estados Unidos, las dos categorías top son los vinos espumosos y los rosados, seguidos de los Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda, por su carácter fresco y frutal”, concluye Caroline.
Durante la cena de clausura del evento, las autoridades del concurso y del estado de Aguascalientes develaron que Chihuahua, el “Estado Grande”, será la entidad anfitriona del México Selection 2020.
“Estoy seguro de que Chihuahua 2020 logrará posicionarse como el mejor campeonato de vinos y espirituosos jamás realizado en nuestro país. Desde este momento estamos trabajando en la organización del evento junto al gobierno del estado de Chihuahua y todos sus productores”, señala Borboa. “Estamos muy confiados en que esta plataforma ayudará a dar una gran visibilidad, no solo a los vinos y los espirituosos mexicanos, sino también al sotol y los proyectos vitivinícolas que hoy existen en el extenso territorio chihuahuense. Esperamos ansiosos a que llegue el 2020 en Chihuahua y sus regiones productivas”, concluye el sommelier mexicano.
En 2019, 6 vinos recibieron la Gran Medalla de Oro, frente a quince en 2018. Este año Baja California encabeza la lista de Grandes Medallas de Oro, con 3 preseas. Coahuila se mantiene en la segunda posición, con 2 Grandes Medallas de Oro. En la sección de espirituosos, Guanajuato encabeza la lista de productos reconocidos con el máximo galardón de la justa, con dos preseas. Le siguen los estados de Jalisco y Oaxaca con una Gran Medalla de Oro respectivamente.
Revelación 2019
Tinto Revelación- Elite Tannat 2016- Altotinto Baja California.
Blanco Revelación- Don Luis Viognier 2018- L.A. Cetto-Baja California.
Rosado Revelación Irana Malbec Rosé 2018- Vinícola-Renacimiento Aguascalientes.
Espumoso Revelación- Puerta del Lobo Espumoso Brut Nature 2017-Parque Enológico Puerta del Lobo Querétaro.
Revelación 2019
Mezcal Revelación-El Viejo Manuelón Papalometl Joven-Mezcal El Viejo Manuelón-Oaxaca-Mezcal.
Tequila Revelación-Don Questo Añejo-Fábrica de Tequilas Finos-Jalisco-Tequila.
Licoroso Revelación-Tantoyuca Seco Vino de Miel de Apitan- Apícola Tantoyuca-Veracruz-Hidromiel.
