Si te cuesta trabajo conciliar el sueño, tienes dolores musculares y experimentas cansancio extremo, probablemente estás dejando de lado la ingesta de las semillas de calabaza, también conocidas como pepitas.
La calabaza es un alimento accesible, puesto que la encontramos en el mercado todas las temporadas del año. Por lo general, desechamos sus semillas sin imaginar la cantidad de magnesio que poseen.
Y aunque este mineral tiene muchas funciones en el cuerpo, lo cierto es que hace mucho más por nuestra salud cardiovascular. Hoy en Menú te decimos por qué debes elegir las pepitas como tu snack favorito.
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La calabaza es una hortaliza rica en fibra, hidratos de carbono, potasio, calcio, magnesio, vitamina A, C, E y betacaroteno, responsable del color naranja.
Al igual que la pulpa, sus semillas contienen ácidos grasos omega 3 y magnesio, mineral que previene enfermedades cardiovasculares, incrementa la producción de vasos sanguíneos y garantiza el funcionamiento de los músculos que recubren el corazón.
Un artículo de la revista Tua Saúde enfatiza que las pepitas también disminuyen la presión arterial alta. Dicha condición ocasiona que el corazón bombee sangre contra las paredes de las arterias con mucha fuerza y a velocidad constante.
El problema es que la hipertensión incrementa la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.
De igual manera, las semillas de calabaza contienen antioxidantes, es decir, tocoferoles, compuestos fenólicos y fitoquímicos que contrarrestan la oxidación generada por radicales libres, protegiendo las células cardíacas y con ello previniendo la formación de tumores.
Si bien podemos añadirlas en nuestras comidas, es preferible consumir las pepitas como snack o botana. Ello se debe a que la cantidad recomendada es de 30 gramos al día, equivalentes a una cucharada, indica Tua Saúde.
Además de proteger tu corazón, las semillas de calabaza son ricas en fibra y controlan el apetito, lo cual nos conduce a ingerir menos calorías y así favorecer la pérdida de peso de manera gradual.
Para los deportistas, constituyen una fuente de proteína y al comerlas de manera frecuente podrán notar que la masa muscular incrementa, siempre y cuando realicen los ejercicios adecuados.
Finalmente, dado que aportan alrededor de 262 mg de magnesio, ingerirlas a la hora de la cena nos permitirá tener un sueño más profundo. Para dicho propósito, acompáñalas con leche, plátanos y frutos secos, de preferencia nueces y almendras.
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