En esta época uno de los alimentos más comunes de encontrar en el mercado son las coles de bruselas . Se trata de una hortaliza cuya temporada de producción es en otoño e invierno. Asimismo, de acuerdo con la Universidad de Sonora “a nivel nacional se tienen antecedentes que Baja California es el principal productor de col de Bruselas seguido por el Estado de México y Puebla”.
No obstante, debemos aprovechar que es época de estas hortalizas y comerlas más. Debido a que son versátiles, podemos prepararlas en diferentes platillos como col de bruselas al horno con queso, en una fresca ensalada, gratinadas o en sopa.
Sin embargo, la magia de comer coles de bruselas no sólo está en lo versátiles que son o porque están en temporada. Sino por los beneficios que aportan a nuestro organismo.
De acuerdo con la dietista Megan Ware de la Universidad Estatal de Ohio, “las coles de bruselas han mostrado resultados prometedores con cáncer de esófago, próstata y páncreas, así como con melanoma”.
Asimismo, la Universidad de Sonora destaca que “la col de bruselas tiene un gran valor dietético debido a su baja cantidad de grasas y rica fuente de calcio, potasio, proteínas vegetales y vitaminas A y C”.
Comer col
de bruselas también mejora la salud ósea y la coagulación de la sangre. En consulta con nuestra experta en nutrición Fernanda Alvarado nos dijo, "una taza cubre aproximadamente el 85% de la ingesta diaria recomendada de vitamina K". Además mejora la absorción de calcio y evita eliminar el calcio a través de la orina.
Las coles de bruselas contienen ácido alfa lipoico, un antioxidante "que ayuda a reducir la inflamación", indica Fernanda Alvarado. Además "por su alto contenido en fibra, ayudan a mantener estables los niveles de glucosa" y favorecen el sistema digestivo; sin embargo, "comerlas en exceso te puede provocar malestar gastrointestinal por el exceso de fibra".