Sabemos que las distancias en las grandes ciudades son un punto en nuestra contra, que el tráfico es impredecible y que te estresa salir más tarde de lo previsto, que no tienes hambre al despertar o que, simplemente, prefieres comprar algo en el puesto que está frente a tu oficina, pero ¿sabes qué? El desayuno es el alimento más importante del día para tu cerebro y tus músculos.
Cuando dormimos, nuestros niveles de glucosa en el cuerpo entran en un "estado de reposo" pero es muy importante que, al iniciar el día con nuestras actividades diarias, podamos darle al cuerpo los nutrientes necesarios para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre y brindar el combustible necesario al cerebro y a nuestros músculos.
Y ¿qué es un desayuno equilibrado? No hablamos precisamente de un menú abundante, no. Hablamos de consumir los alimentos más naturales y balanceados posibles: proteína, verduras y una fuente de carbohidratos saludables. Es decir, podrías prepararte un batido o smoothie con estos ingredientes, un emparedado fácil y rápido o un plato sencillo y delicioso. No hay pretexto para salir de casa con el estómago vacío, además, piénsalo así: si te organizas mejor y te das 10 minutos extras, de casa saldrías sin hambre y habrás ahorrado una buena cantidad de dinero si la sumas al final de tu quincena.
Un café y un pan es cero nutritivo y cero equilibrado. Al contrario, al entrar directo a tu organismo, el pan sólo alterará tus niveles de insulina, éstos se irán al cielo y no es precisamente lo que queremos. La idea es combinar, siempre, un carbohidrato con proteína y una buena cantidad de vegetales.
Mira estos ejemplos de lo que podrías desayunar con poco tiempo:
Un par de huevos a la mexicana cocinados con poco aceite de oliva, café o té con la leche vegetal de tu preferencia -sin azúcar- y una cucharada de frijolitos.
Un licuado con un plátano, dos higos frescos, dos tazas de kale o col rizada y una taza de agua.
Una fruta con alguna proteína: manzana y almendras o una taza de fresas y amaranto espolvoreado -sin dulce-.
Como puedes ver, estos ejemplos de desayuno práctico incluyen un poco de todo lo que tu organismo necesita para comenzar a trabajar, recuerda almorzar, pues lo ideal es comer cada cuatro o tres horas en pequeñas porciones para mantener tus niveles de azúcar estables, especialmente si tienes algo del síndrome metabólico.
¿Qué pasa durante largos periodos de ayuno? Tu cerebro entra en un sistema de alarma porque no tiene la glucosa necesaria para comenzar a trabajar y tus músculos sufrirán este reclamo de energía. Cuídate, te mereces el tiempo necesario para que tu vida sea plena y saludable.