La Asamblea General de las Naciones Unidas ha nombrado el 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras , y con él deberíamos tomar conciencia de nuestra salud y de nuestro entorno.
Según la OMS, cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si aumentamos de manera suficiente nuestra ingesta de frutas y verduras. Un consumo de más de 400 gramos de estos alimentos (sin contar las papas ni los tubérculos) es la cantidad recomendada para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y obesidad. Si además procuramos que nuestro consumo vaya acorde con los ciclos naturales de las cosechas, paliamos el impacto medioambiental y obtenemos mucho más de cada producto que llega a nuestra cocina.
Lo ideal en la dieta 400 gramos de frutas y verduras al día
“Es sumamente importante que la ingesta de frutas, verduras, leguminosas y grasas saludables se duplique y que se logre reducir el consumo de carnes rojas y azúcares por lo menos a la mitad para lograr una dieta saludable”, afirma la doctora Angélica Peña, jefa del departamento de Nutrición del Instituto Nacional de Cancerología. Para introducir más vegetales en nuestra dieta, es importante que estén presentes en todas nuestras comidas. Por las mañanas se puede incluir espinacas, champiñones o calabacitas y huevo. Para la tarde, acompañar siempre de una ración óptima de proteína animal con una mayor de verduras y hacer lo mismo en la cena. Si nos aseguramos de que esto siempre sea así probablemente cubriremos la cantidad recomendada por los especialistas.
Consumir frutas y verduras en su momento de cosecha natural hace que disfrutemos al máximo de su gran aporte de fibra dietética, vitaminas y minerales, de los fitoquímicos que actúan como antioxidantes, los fitoestrógenos y agentes antiinflamatorios. Se trata de productos frescos, con más sabor y a un precio más asequible, además de que probablemente contengan menos plaguicidas y sea más fácil que los consigas de manera local.
Leer también: