La chufa es un tubérculo silvestre de la variedad sativus de Cyperus esculentus L., la parte que se usa para consumo humano son los bulbos que crecen en la raíz, que se encuentran a no más de 20 centímetros de profundidad en la tierra.
La planta de la chufa crece en regiones con clima templado o semi templado, principalmente se cultiva en Europa aunque también existen sembradíos en Asia, África y Latinoamérica.
Los pequeños bulbos de forma redondo u ovalada suelen de color blanco cuando brotan y conforme maduran se tornan de diferentes tonos de café en el exterior.
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El cultivo en España se realiza desde mediados de abril y se cosecha entre los meses de noviembre y diciembre, cuando la chufa ha alcanzado su mayor rendimiento.
El consumo de la chufa puede ser de forma fresca, sin embargo, en España su popularidad derivó de la elaboración de una bebida refrescante llamada “ horchata de chufa ”.
La Real Academia Española define la horchata como “bebida hecha con chufas u otros frutos, machacados, exprimidos y mezclados con agua y azúcar.”
Se ha rastreado el inicio de su domesticación al periodo Neolítico, en Sudán. En Egipto se han encontrado restos de chufa como parte de las ofrendas dispuestas dentro de las tumbas, lo que sugiere que formó parte de la dieta egipcia.
Existe registro por escrito del uso de la chufa dentro del libro “De re coquinario”, atribuido al autor romano Marco Gavio Apicio, que recopila platillos de la cocina de la Roma Clásica, donde se hace referencia al tubérculo dentro de la receta para elaborar aceite de Liburnia.
La llegada de la chufa a España es un tema de opiniones divididas, pues hay quienes aseguran que fue introducida Europa por los árabes, mientras que otros autores mantienen la idea de que la planta crece de manera silvestre en España, lo que anularía la teoría de su introducción externa.
Una de las primeras apariciones de la horchata de chufa en textos fue en el año 1744, donde se describe por Baltasar Bueno la lista de alimentos y bebidas que se ofrecieron durante el festejo de un bautizo, entre ellos, se menciona la “orchata” o “leche de chufas”.
La chufa y la horchata de chufa cuenta con el reconocimiento de Denominación de Origen Protegido desde el año de 1990 con la cual se protegen las zonas de producción de l’Horta Nord de Valencia, que comprende 19 municipios de la provincia de Valencia.
El contenido nutricional de la chufa y por consiguiente, la horchata de chufa , se centran principalmente en su aporte de hidratos de carbono como fuente de energía para el cuerpo y los ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a combatir el colesterol reduciendo la posibilidad de enfermedades cardiovasculares.
La chufa contiene también vitamina E, importante para la salud del cerebro, la sangre y la piel, minerales como el fósforo que se encarga del correcto funcionamiento de los carbohidratos y grasas en el organismo, y hierro, a partir del cual se produce la hemoglobina.
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La horchata de chufa sirve como diurético debido a su proporción de agua con cantidades mínimas de sodio, mientras que sirve como alimento antidiarreico gracias a su contenido de almidón.
Se han realizado los primeros estudios en España para probar la teoría de que el consumo de la chufa ayuda a mejorar la vista, debido a los carotenoides presentes en el tubérculo, que pueden contribuir a mantener en buen estado la retina.
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