El pan pita ha ganado mucha popularidad recientemente debido a su gran sabor y su bajo contenido en grasa. Originario en Medio Oriente, el pan pita es mucho más que un acompañante para tus comidas, pues es, en sí mismo, toda una herencia mediterránea que ha recorrido el mundo.
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Aplanado, suave, cremoso. Así se puede comenzar a describir al pan que nació a los alrededores de Egipto. Se sabe que La Pita, era conocida por ser una especie de panes planos que tienen sus raíces, también, en algunas partes de Grecia, India y África. El uso del pan pita ha ido cambiando de acuerdo con la región, por ejemplo, las variantes de África lo utilizan como cubierto para tomar los alimentos, pero en otras regiones más cercanas al mediterráneo lo usan como un plato.
El pan pita está hecho de harina de trigo, sal, agua y levadura que se cocinaba sobre piedras aplanadas que funcionaban a manera de plancha. Este tipo de pan se convirtió en toda una herencia para países como Hungría, Bosnia o Bulgaria. En este último país incluso es una señal de buenos deseos si es que te lo regalan en una boda, acompañado con miel y sal.
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Ingredientes
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Preparación
En un pequeño vaso agrega la levadura, el azúcar y un poco del agua tibia para activar las funciones de la levadura. Poco después, en un tazón añade la harina, la sal, el aceite, la levadura activada y el resto del agua tibia.
Mezcla y luego, con las manos y la mesa enharinadas amasa profundamente hasta que quede lisa y homogénea. Después pasa a un tazón suficientemente grande para que, tapada con un trapo húmedo, la masa pueda doblar su tamaño tras reposar unos momentos.
Ya leudada la masa, retira del tazón y amasa un poco más para sacar el aire. Reparte la masa en 12 partes iguales, aplánalas con un rodillo o con tus manos y deposítalas en una bandeja engrasada y métela a un horno precalentado a 250° C. Deja cocer por 10 minutos y cuando estén listas, retíralas y envuélvelas en mantas pequeñas, como las de las tortillas, para evitar que se endurezcan.
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Así de sencillo es como tienes pan pita o pan árabe hecho en casa. Atrévete a hacerlo y en Menú te sugerimos comerlo con hummus de garbanzo, mermelada, queso de cabra o simplemente con tu comida favorita. Recuerda que es sumamente beneficioso para tu salud debido a lo bajo en grasas que es.
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