Beber vino de mesa es parte de la cultura gastronómica de muchas familias que gustan de acompañar sus alimentos diarios con una copa de vino , incluso, hay restaurantes que ofrecen vino de la casa como parte de su protocolo para abrir 'estómago'.
Sin embargo, para quienes beben vino esporádicamente, elegir el mejor puede llegar a convertirse en una decisión complicada y peor cuando ofrecen vino blanco , rosado o tinto . ¿Cómo saber cuál es la diferencia entre uno y otro?
Aquí se los vamos a decir porque no todo recae en el color.
Vino tinto
A grandes rasgos, la primera manera de elaborarlo es eligiendo las uvas más azulosas o las más rojas. Luego, cuando el jugo claro de la uva toca el hollejo (la piel fina del fruto) y las semillas, éste se torna rojo y adquiere tanino (sustancia química vegetal que incluye pigmentos), lo que lo diferencia de los vinos blancos. Aquí el secreto para un buen vino tinto es el proceso de fermentación que regularmente se da a los 25 grados centígrados para extraerle el color más intenso posible.
Los vinos tintos contienen la menor cantidad de azúcar de todos. El vino tinto digestivo, el más dulce, contiene siete gramos de azúcar en una copa de 90 mililitros.
"Es un mito muy común que se crea que el vino tinto engorda, todo lo contrario, es de las bebidas más recomendadas por los profesionales de la salud", asegura nuestra experta en nutrición Fernanda Alvarado.
Vino blanco
Este vino puede ser amarilloso, dorado y hasta verdoso pero sin ningún otro tono. Puede parecer claro a simple vista y hay dos maneras de crearlo: usando uvas claras o rojas pero sin cáscara ni semillas.
La fermentación del vino blanco necesita una temperatura más baja que ronda los 15 grados centígrados. La calidad de los vinos blancos también dependerá de su procedimiento pero, de igual manera, también son importantes las barricas de roble que se destinen para ello. Los vinos blancos son, por lo general, más ligeros y refrescantes que los tintos.
Los vinos blancos secos, ya sean espumosos o tranquilos, contienen la menor cantidad de azúcar. En cambio los dulces concentran hasta 50 gramos de azúcar por litro.
Vino rosado
El vino rosado lleva el mismo procedimiento que el vino tinto con la diferencia de que no se permite al jugo permanecer mucho tiempo en contacto con la piel para que no pinte igual, es decir, no absorben mucho tanino. Por ello, rosados y blancos deben tomarse más frescos.
En cuanto a las calorías, por cada 200 mililitros el vino blanco aporta 320 calorías, mientras que el tinto solamente 170. Por lo que nuestra experta recomienda que los hombres consuman dos copas diarias y las mujeres solamente una.
Fernanda Alvarado es especialista en nutrición y educadora en diabetes, escribe la sección “Zona Saludable” ene el suplemento impreso de Menú de El Universal. Cuenta con estudios de educación continua en nutrición y formación como promotora de salud por parte de la Universidad Iberoamericana. Candidata a maestría en nutrición y dietética con especialidad en nutrición comunitaria.
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