La denuncia social puede tomar distintos tonos, formas y expresiones. En el mundo gastronómico una de tantas problemáticas graves es el abuso laboral. Hay un sin fin de cocineros que han denunciado abiertamente este tipo de acciones dentro del restaurante en el que laboran. Muchas de estas denuncias son vía redes sociales.
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Actualmente, las redes sociales en e mundo digital son el megáfono que las personas utilizan para denunciar, visibilizar o expresar algún abuso o problema, a falta de una respuesta institucional. El problema de hacerlo de esta manera es, quizás, que son muy fácilmente rebatidas o desvirtuadas por comentarios negativos o de burla. Es aquí donde los movimientos alternativos comienzan.
Erick Harley creó un movimiento artístico llamado “pormishuevismos” que, básicamente, es un performance de denuncia y protesta social arriba de un escenario, a manera de stand up, que exhibe figuras de poder que abusan de su posición. Este movimiento inició en País Vasco, donde denunció los despilfarros económicos de arquitectos y políticos, figuras en las que esta forma de protesta encuentra un gran objetivo. Sin embargo, hay un escenario que también forma parte de la crítica: La alta cocina.
Menos prácticas de abuso, más prácticas remuneradas
“Tener un restaurante con estrella Michelin no te convierte en pormishuevista. Solo lo eres si utilizas prácticas abusivas y no remuneradas", aseguró Harvey para un programa en internet donde denunció el abuso laboral para cocineros en restaurantes de lujo.
Parte de este postulado que denuncia es que, a los cocineros y cocineras que entran a trabajar como practicantes en restaurantes de alta cocina, es usual que reciban un trato abusivo al tener que trabajar como si estuvieran contratados, pero sin paga. Generando un ambiente precario no para los dueños sino para los trabajadores.
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Aunque la crítica no solamente se enfocó en las prácticas laborales abusivas, sino en el exceso y la contradicción, en sus palabras, de algunos restaurantes alrededor del mundo como el Restaurante Submarino Felix Candela, un lugar que ofrece comida del mar, dentro de una reserva acuática.
El “Pormishuevismo” es un movimiento enfocado en España y País Vasco, más que nada en el mundo de la construcción, pero es importante abrir, de nuevo, el debate sobre las denuncias de cientos de practicantes de cocina alrededor del mundo sobre la precarización laboral que sufren en algunos restaurantes.
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Gran parte de lo que se intenta demostrar es que, no porque el restaurante sea multipremiado significa que sus condiciones laborales también sean de la mejor calidad. Ya hay un sin número de casos en los que cientos de exbecarios denuncian los abusos en sus primeros trabajos: gente laborando por más de 17 horas, sin paga y con abusos verbales o incluso sexuales por parte de sus empleadores. Son situaciones que, de acuerdo con los extrabajadores, parecen haberse normalizado.
Entrar como practicante a un restaurante importante puede ser una gran experiencia que solo el trabajo duro parece conseguir, sin embargo, la carrera de los cocineros que logran entrar se ve limitada por presuntos malos tratos que pueden recibir de parte de sus empleadores, quienes justifican sus abusos con “experiencia”.
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