Decir L.A. Cetto, es apuntar a la historia misma de la vitivinicultura en México

… Al menos, a su último siglo. ¡Es cierto!, antes de la revolución del vino mexicano, que hace 30 años demandó calidad por encima de cualquier otra cosa, ya sumaba décadas de experiencia y trabajo enfocado a lograr un único propósito: producir grandes y consistentes vinos mexicanos.

Hace algunos días L.A. Cetto celebró la liberación de su Vino Conmemorativo 90 Aniversario con una cata dirigida por Sebastián Suárez, enólogo de la vinícola, misma que se transmitió en vivo a sus más de 422 mil seguidores en redes sociales. Más emocionante que conocer la expresión de este peculiar ensamble de Cabernet Sauvignon, Nebbiolo, Montepulciano, Petit Verdot y Barbera, fue recordar 9 décadas de historia productiva. ¡Sí!, querido lector, sólo un puñado de bodegas en México pueden presumir tal trayectoria.

El pasado de L.A. Cetto puede trazarse hasta 1928, año en que Don Angelo Cetto, originario de Trentino y radicado en México desde 1924, decidió replicar la tradición vinícola italiana en suelo bajacaliforniano. En 1934 una nueva generación llegó con el nacimiento de Luis Agustín Cetto, su segundo hijo, así como con la plantación de vides de temporal en Rancho Escondido, entre Tijuana y Tecate; ese, justamente, sería el origen de la preciadas vides viejas de Zinfandel que algunos de los más grandes académicos del vino, incluida la Master of Wine Jancis Robinson, hoy aplauden.

A mediados de la década de 1960, es cuando el enólogo italiano Camillo Magoni se incorpora al equipo… La producción local tomaría una novedosa y fascinante dimensión, apuntalada en el cultivo comercial de cepas como Cabernet Sauvignon, Petite Sirah, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Chenin Blanc, así como de las singulares Montepulciano, Barbera, Aglianico, Dolcetto y Nebbiolo. Sin embargo, sería durante los 80 que la bodega viviría un interesante crecimiento; con Luis Alberto Cetto dentro del equipo se consolida la tercera generación de productores, comienza la apertura de mercados internacionales y salen a la venta los primeros vinos varietales de Petite Sirah, Nebbiolo y Fumé Blanc, entre muchos otros. Los premios y reconocimientos internacionales no tardarían en llegar. El futuro, estaba escrito.

Hoy, las etiquetas de L.A. Cetto actúan como auténticas embajadoras del vino mexicano en el mundo

, sin decir como ejemplares modelos de la excepcional relación precio-calidad que también existe en la industria nacional. Y me anticipo a los haters, esos que me preguntarán si se trata de una “pequeña vinícola artesanal” o “una de las grandes cinco”, como suelen adjetivar: se trata de una vinícola con sustento, orgullosa de su propia identidad y respetuosa con el consumidor. ¡Punto!

¿Vinos recomendados? Faltarían líneas para hablar de las 40 etiquetas asociadas a su nombre y, más aún, de las más de 100 cepas compiladas a lo largo de más de 40 años de investigación enológica. Por el momento, le dejo una de mis favoritas…

L.A. Cetto cumple 90 años haciendo grandes vinos mexicanos
L.A. Cetto cumple 90 años haciendo grandes vinos mexicanos

$531

Mercado de Vinos

L.A. CETTO BOUTIQUE MALBEC

Malbec

Zona de producción:

Valle de Guadalupe, Baja California

Vista:

color cereza brillante, con tonos violáceos

Nariz:

frutos negros compotados, ciruelas maduras, violetas y tostados que se mueven hacia las especias cálidas

Boca:

ataque medio, alcohol en balance, taninos firmes y acidez sutil. Un tinto amable, con excelente integración entre madera y fruta

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