La valeriana es una planta que se ha usado con fines medicinales desde la época de la Antigua Grecia, incluso fue mencionada en textos como el titulado “De materia médica” del griego Dioscorides, quien era médico, farmacólogo y botanista.
Bajo el nombre científico de Valeriana officinalis L. , la planta de la valeriana es valorada por sus propiedades beneficiosas para la salud . Principalmente se aprovechan sus partes subterráneas, es decir, las raíces y rizomas.
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Es originaria de Europa y Asia occidental y entre los países productores de valeriana destacan Holanda, Bélgica y Alemania.
La valeriana se conoce también como “la hierba de los gatos” debido a que se notó que los felinos tienen un gran interés en esta planta en particular. Esto sucede ya que, cuando la raíz de la valeriana se seca, despide un olor fuerte y un tanto desagradable pues sus aceites esenciales despiden ácido isovalérico, un compuesto conocido por tener olor similar al queso azul y que, algunas personas, describen como “olor a pies”.
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La valeriana esconde bajo la tierra una gran fuente de propiedades curativas. De acuerdo con un artículo de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, los médicos romanos y griegos recetaban desde aquella época la valeriana para tratar casos de tos, como diurético y analgésico.
Tanto de forma tradicional como farmacológica, la valeriana se indica para el tratamiento de trastornos nerviosos, tales como la ansiedad, crisis nerviosas, problemas de sueño como insomnio y dolores de cabeza.
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Tiene también propiedades sedantes y calmantes, debido a su contenido de iridoides, los cuales tienen un efecto relajante en el organismo.
La raíz de valeriana es conocida como antiespasmódica, por lo que ayuda a reducir los dolores musculares y articulares, cólicos menstruales, colon irritable o cólicos intestinales. En la herbolaria tradicional se consume como regulador de las molestias causadas durante la menopausia.
Para preparar la infusión de valeriana y aprovechar todos sus beneficios, se recomienda añadir una cucharada de raíz seca en un litro de agua, hervir a fuego bajo durante cinco minutos, colar y beber una taza de 2 a 3 veces al día. Para el insomnio, se recomienda tomarla alrededor de una hora antes de acostarse.
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Entre las contraindicaciones del consumo de la infusión de valeriana se sugiere no combinar con antihistamínicos o medicamentos relajantes pues puede potenciarse el efecto. No se recomienda su uso en menores de tres años y en cuanto a la ingesta durante el embarazo y la lactancia se sugiere consultar al médico.
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