Los vinos de Hilo Negro se tejen entre la amistad de sus fundadores, quienes por curiosidad comenzaron a investigar cómo hacer un buen vino. La tierra y las ganas estaban puestas en Valle de Guadalupe, Baja California. La también llamada Cofradía del Santo descorche puso manos a la obra y fue en 2012 que el primer vino de este proyecto salió a la luz.
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La etiqueta es uno de los símbolos que mejor caracterizan a este viñedo. Se trata de tejidos de alta costura. La historia cuenta que este fue el proyecto de estudiantes universitarios que buscaban darle un significado diferente a cada uno de los vinos, permitiendo que se diferencien con tan solo ver su etiqueta.
La idea funcionó tan bien que se volvió el ícono del viñedo. Hilo Negro puede tener múltiples asociaciones: llegar a tu destino; la forma del vino tinto al caer en la copa; o una costura elegante. Para la vinícola significa:
“El hilo de la tradición que se transmite siempre renovada, pero idéntica en esencia, de edad en edad, de tiempo en tiempo. El acto de hilar, de tejer, simboliza procesos de creación y crecimiento. La persistencia del hilo en tanto trazo, huella indeleble, pareciera acentuar ese arquetipo harto traído y llevado de las parcas: esas apacibles hilanderas, entregadas a la reposada faena de entretejer la lana con finos hilos, marcando en cada puntada el destino del humano”.
Es así como cada una de las botellas de Hilo Negro se diferencia desde el cuello y en la etiqueta. En Menú te contamos de sus más cuidadas expresiones.
De color amarillo pálido. En nariz se percibe muy cítrico, con notas a lima, limón, melón. Retrogusto a cáscara de cítricos. Acidez equilibrada, fuerte en boca de paso rápido, pero muy completo en boca.
El vino rosado de la bodega presenta un color rosa intenso similar a la cereza. En nariz destacan las notas a esta fruta, a fresa, frutos rojos, frambuesa. En boca tiene una suave acidez, de larga permanencia en boca y ligero amargor.
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Se trata de un tinto de color intenso, violáceo muy oscuro. En nariz destaca la fruta negra fresca, como a ciruela pasa, hierbas, especias, ligeramente a chocolate y una nota a madera y ahumados. En boca la madera es muy marcada, dulce, de taninos bien definidos, fresco y de larga permanencia.
Un tinto violáceo, muy oscuro, que en nariz destacan las notas a deuta negra, chocolate, compota. En boca es untuoso, completo, de ligero amargor, y un dulzor marcado, tanino equilibrado, de larga permanencia en boca y con un dulce retrogusto a notas de madera o roble.
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Una de las coronas de la casa, está etiqueta hace honor a su nombre, pues en nariz resalta la vainilla, el anís, chocolate, y fruta negra, con una nota alcohólica marcada. En boca retrogusto a madera, tanino marcado y buena untuosidad. Se trata de un tinto intenso con una ligera nota a miel.
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