“ Guanajuato destaca por los vinos blancos y los rosados. Por ser una zona muy cálida la gente busca estos tipos de vinos. Además al tener cercanía con la Ciudad de México los consumidores buscan vinos frescos, con un perfil afrutado y no tan cargado de madera. También dentro de los concursos se están posicionando vinos de gama alta, bien estructurados y equilibrados en los que destacan un poco más la acidez por cuestiones de clima y terruño; eso tal vez pueda hacer el diferenciador.
“Si bien Baja California tiene esas notas minerales en sus vinos que los hacen particulares, aquí en Guanajuato puede ser esa acidez que va un poco más allá de lo tradicional lo que genera vinos bastante refrescantes. Creo que eso es el punto que está destacando en lo general en los vinos”, comenta Cristopher Jaimes, encargado del laboratorio de muestras de Vinícola Tres Raíces.
Cuando hablamos de vino mexicano pensammos en los producidos en Baja California, el estado con más fama y manufactura, con 57% de la producción nacional. Les siguen los de Coahuila, Querétaro y en cuarto lugar Guanajuato; de acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV).
Con el 2.3% de la producción de vinos en todo México, Guanajuato tiene más de 350 hectáreas de producción de vino con 24 tipos de uva y 14 viñedos operando, de acuerdo con información de la Secretaría de Turismo de Guanajuato y del CMV.
“En Guanajuato está destacando mucho la uva Malbec, o así lo quieren hacer ver, sin embargo nosotros consideramos que cuesta más trabajo manejarla para hacer vinos más complejos. Nuestra alternativa ha sido mezclarla, mientras acostumbramos al mercado a probarla sola; primero en vinos de no de tan alta gama, pero que sí deje un buen recuerdo.
“Tempranillo se da bastante bien, tiene muy buen rendimiento, casi casi crece sola, no requiere tanta cuidado, pero si cuesta un poquito trabajar la acidez; este ha sido un tema. Yo creo que en toda la zona de Bajío tenemos este problema”, sentencia Cristopher.
En Dolores Hidalgo se localiza esta vinícola que inició operaciones en 2015, pero fue hasta 2016 cuando se plantaron las primeras hectáreas de vides, que ahora suman 60, bajo el cuidado del enólogo Fabricio Hernández. Anteriormente estaban produciendo vinos con uva comprada en otros estados como Zacatecas y Chihuahua. Ahora producen uva propia, en 2020 la producción ascendió 92 mil kilos.
Esta vinícola trabaja con las uvas Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Tempranillo, propia y de Chihuahua; Rosa del Perú, Sauvignon Blanc, Nebbiolo Sangiovese de Aguascalientes.
Actualmente están experimentando con dos uvas poco comunes en la región: Cabernet Franc y Caladoc, esta última es una cepa francesa mezcla de Garnacha y Malbec; plantada principalmente en las regiones vitivinícolas del sur de Francia como Languedoc o Provence. Al ser suelo del tipo franco arcilloso, calcáreo y arenoso, tiene buena filtración y no se estanca el agua. El clima es semidesértico, la temperatura entre día y noche varía 12 grados, lo que permite que la piel de la uva engruese más y desarrolle más aromas.
“Una que me gusta mucho aquí es Caladoc, que justamente es otra de las revelaciones que queremos aprovechar como ventaja comercial. Es una uva que crece bastante bien, tiene buen grosor de piel, la parte aromática está muy expresiva, aunque en cuerpo está un poco floja, pero la reforzamos con Cabernet Franc para darle estructura y complejidad a nuestros vinos”, señala Jaimes.
Sus vinos han sido premiados en los concursos Catavinum World Wine & Spirits Competition, Guía Peñín- Salón México; Decanter World Wine Awards en 2019 en Reino Unido; y en el Concurso México Selection by Concours Mondial de Bruxelles , 2018.
También han tenido bastante aceptación con su vino tinto Tempranillo y su vino rosado hecho con la misma uva, la cual procede de la Hacienda Encinillas, localizada en Chihuahua.
“Con nuestro Tempranillo 2017 y 2018 nos fue bien. Queremos hacer un estilo distinto, más español: tenemos esta complejidad hacia las especias y notas de chocolate, que se dejan sentir bastante bien. Anteriormente hacíamos el Rosado con Syrah, ahora es Tempranillo. En nariz es más expresivo en cuestión aromática. Consideramos que fue buena elección”, finaliza.
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