Piña
Es rica en vitaminas (principalmente C), antioxidantes y enzimas que contribuyen a la digestión de quien la consume. Puesto que es muy dulce, uno podría pensar que posee una gran cantidad de calorías. Sin embargo, no es totalmente cierto. Una taza de piña contiene tan solo 82 calorías. Además de disfrutarla fresca, puedes aprovechar la piña en su totalidad al preparar tepache con la cáscara.
Sandía
Pocas frutas personifican al verano como la sandía. Debido a que contiene una gran cantidad de agua (el 92% de la sandía es pura agua), es buenísima para mantenerse hidratado en la temporada de calor; y, en caso de que te preocupen las calorías que pueda contener, no hay nada que temer pues cada taza de sandía, tiene tan solo 46 calorías. También es rica en minerales y vitaminas A, del complejo B y C.
Mamey
Pariente de los zapotes, en nuestro país se cultiva principalmente en estados tropicales como Chiapas, Tabasco, Veracruz y la Península de Yucatán. Es rico en minerales como hierro y fósforo, así como en vitaminas A, C y E). Su pulpa se puede comer solita fresca o en preparaciones como licuados, dulces o nieve, mientras que su hueso se aprovecha para fines cosméticos (aceite y rímel).
Durazno
Dulces y jugosos. Así son los duraznos que, en promedio, albergan 58 calorías por cada fruto y están llenos de fibra, vitaminas A,C, E y K;
y también son ricos en manganeso, cobre y potasio. Entre sus propiedades más apreciadas se encuentran sus beneficios al sistema digestivo (pues son ricos en fibra soluble). Su temporada comienza en mayo y se mantiene hasta septiembre.
Mango
Esta fruta tropical es jugosa, carnosa y deliciosa. ¿Quién no le chupa hasta el hueso? En México tenemos la oportunidad de acceder
a distintas variedades de mangos como: Petacón, Manila, Ataulfo o el Kent (de color rojizo y verde).
El mango es muy rico en fibra, por lo que contribuye a una buena digestión. También posee minerales y vitaminas A, E y C. 80 gramos de mango poseen 53 calorías.