Varios de nosotros hemos estado ahí: viendo fijamente la báscula y preguntándonos qué “hicimos mal” para que la aguja no marque la cifra que tanto soñamos alcanzar. Quién diría que un número pudiera generar tanta decepción, ¿no? Esta escena se repite miles de veces en todo el mundo porque hay infinidad de personas que viven una lucha constante con la comida, con sus cuerpos y con ellas mismas. Van de dieta en dieta buscando esa figura ideal, muchas veces, inalcanzable.
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¿Por qué parece una tarea casi destinada al fracaso? Porque dedicamos todo nuestro esfuerzo a tener el cuerpo de otro (una celebridad, por ejemplo), siguiendo un estereotipo estético, y no lo vemos como un hábito que nos permite tener salud, bienestar, relacionarnos equilibradamente con lo que comemos y a aceptar nuestro cuerpo.
Para Tanya Arreguín Daza, licenciada en nutrición, y Sofía Langarica Martínez, maestra en nutrición clínica, para dominar el arte de comer bien, hay que dar unos pasos atrás y cuestionar lo que se nos ha enseñado.
Hay que desaprender para aprender
La gente se enlista a las dietas que se ponen de moda cada temporada, llámese macrobiótica, ayuno intermitente, sirtfood, paleo o keto, sin considerar la visita a un nutriólogo, un profesional que nos explicará en qué consisten, ventajas y desventajas,
y que nos asegurará si “tal o cual” opción nos da todos los nutrimentos que necesita nuestro cuerpo.
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“Hay muchas dietas de moda que no son un estilo de vida digno de mantenerse a largo plazo porque tienen muchas restricciones que pueden poner en riesgo la
salud o generan alguna deficiencia nutrimental, se basan en alimentos con precios elevados insostenibles para las personas que las siguen y que, claramente, exigen que nosotros nos adaptemos a ellas cuando debería ser al revés” apunta Langarica.
El arte de comer bien
Comer bien no significa dejar de lado alimentos que aportan algo importante en nuestro organismo, como los carbohidratos, tan satanizados por las famosas dietas keto. Aquí, las nutriólogas tienen una opinión muy clara al respecto.
Para Tanya, comer bien significa “aprender a resolver tu plan de alimentación en la vida real (más allá del papelito), plantearte metas realistas, pequeñas, que puedas ir alcanzando poco a poco. Es algo que implica esfuerzo y compromiso, mas no sufrimiento ni hambre crónica.
Es asumir que te sientes bien con lo que comes, en el sentido físico, emocional y mental”, dice. “Hay una idea generalizada de que una buena dieta es igual a comer menos o dejar de comer lo que te gusta, que hay alimentos prohibidos o que necesitas evitar eventos, dedicarle horas a la cocina o comer pollo a la plancha con tristes brócolis.
Pero es lo contrario, comer bien significa que nuestros alimentos cubren todos los nutrimentos que necesitamos para vivir adecuadamente”, apunta Sofía. Obviamente, hay de alimentos a alimentos y estos son algunos:
Dile que sí a:
alimentos en su estado natural y fresco (verduras de colores diversos, frutas); buenas fuentes de proteínas (carne roja, huevo, leche), leguminosas (frijol); grasas saludables (aceite de oliva, aguacate); semillas oleaginosas (almendras, nueces) y cereales integrales o enteros (avena, arroz, amaranto o quinoa). Busca productos que no tengan sellos y lo menos industrializados posible.
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No te olvides del agua simple, mucha gente prefiere los tés sobre el agua natural, pero el chiste es ayudarle a los riñones a descansar, si le metes un elemento al agua harás que trabajen.
Mejor evita: los alimentos ultraprocesados, empaquetados (panes, galletas, botanas), azucarados (bebidas, cereales, yogurts), embutidos, aderezos industrializados, “barras nutritivas”, alimentos con exceso de azúcar, sodio, conservadores y colorantes artificiales. Los sellos son una guía visual para alertarte que quizá no sea tan saludable para ti.
- DIFERENTES TIPOS DE DIETA PARA DISTINTAS NECESIDADES:
- Macrobiótica: se basa en los principios del Yin y del Yang. Los alimentos catalogados como Yin se reducen (carnes, café, algunas frutas, especias, etc.) y se toman patrones muy estrictos de alimentación: horarios, tipos de cocina y alimentos que se pueden consumir.
- Ayuno intermitente: un patrón de alimentación donde establecemos ciclos regulares de ayuno-alimentación (te abstienes de comidas o bebidas durante un tiempo determinado y luego vuelves a comer).
- Sirtfood: se basa en los alimentos Sirt (ricos en enzimas sirtuinas o SIRS, Silent Information Regulators, como café, chocolate oscuro, perejil, nueces, cebollas, aceite de oliva, tofu) que mejoran la capacidad del organismo de quemar grasas y perder peso sin perder masa muscular, reducen la inflamación estomacal
- y activan el metabolismo.
- Paleo: consiste en comer como nuestros antepasados prehistóricos. Incluye carnes magras, pescado, frutas, verduras, frutos secos y semillas; es decir, aquellos alimentos que se podían obtener mediante la caza
- y recolección.
- Keto: consiste en reducir el consumo de carbohidratos y azúcares para entrar en cetosis; es decir, en vez de quemar los carbohidratos (lo que generalmente pasa), comienzas a quemar grasa (cetonas).
