Gastromotiva
es una escuela-cocina donde se cocina a diario para personas en situación vulnerable. Además de alimentos, se capacita a quienes buscan una segunda oportunidad en la sociedad. Es así como la gastronomía es el puente con el cual pueden iniciar su nuevo camino, tal y como lo hizo Alan, un joven que tomó decisiones equivocadas, y que, tras querer enmendar su vida, se preparó en las aulas de Gastromotiva. Hoy es un orgulloso emprendedor, propietario del restaurante Cabo San Juan , ubicado en el mercado de San Juan.
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“Para mí fue muy importante haber estado en esta escuela, para mí significó una segunda oportunidad, porque a pesar de que vengo de una familia muy trabajadora, caí en malos pasos, estuve un tiempo preso. Que alguien pueda confiar en ti y te ayude a ver de otra forma el mundo a través de la comida, me cambió la vida”, asegura Alan, quien también se suma al cuerpo de voluntarios que prepara alimentos para quien lo necesita.
Entre estas personas que no solo prestan sus manos, sino también su corazón, está Sandra, una refugiada nicaragûense, quien llegó a este lugar por recomendación de una compañera de trabajo, y que tras su paso como estudiante en este centro, ahora es una feliz gastrónoma, que en plena pandemia abrió su negocio de comida oculta, y donde recibe a público en general, pero sus compatriotas son quienes más la visitan.
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“Gastromotiva le ha dado mucho sentido y corazón al acto de cocinar y de pertenecer a esta gran industria en México; el año pasado fui cocinera solidaria y es un gran orgullo poder aportar, poder devolver un poco de lo que México me ha dado, devolverlo en forma de comida a las personas que más lo necesitan”, explica Sandra.
Gastromotiva fue fundada en 2006 por el chef y emprendedor social David Hertz ; se trata de una iniciativa global que reúne a personas, proyectos, empresas, organizaciones, sociedad civil y a quienes así lo deseen, en torno al poder transformador de la comida.
David Hertz / Foto: Elizabeth Chichino
En la actualidad, el mundo produce tres veces el alimento que necesita, pero paradójicamente el hambre aumenta y la malnutrición no disminuye, por lo que uno de los actos sociales de esta iniciativa es llevar alimento a quien más lo necesita a través de diferentes dinámicas.
“En México mucha gente de la clase media se quedó sin empleo y tienen mucha vergüenza de pedir comida, porque para hacerlo hay que tener mucho coraje. El día de hoy, cuando en el mundo se produce tres veces más de lo que podemos comer, y dejamos tanta comida afuera, nosotros pensamos ¿Para qué estamos aquí, para hacer que Gastromotiva pueda abrir centenas de cocinas en México o en Brasil? No, estamos acá para pensar cómo cada uno de nosotros puede contribuir para que las personas tengan el derecho de comer y de un empleo, y nuestra herramienta es la gastronomía.
“Yo me volví más disciplinado, más organizado y más respetuoso con el ingrediente hace 20 años, cuando estudié gastronomía. Yo pude pagar, mi padre me ayudó con la escuela, porque es muy caro estudiar gastronomía en todo el mundo, pero la mayoría de las personas que pueden pagar no están dispuestas a entrar a una cocina y comenzar limpiando, entonces ellos abren sus propios negocios y eso es la historia de toda latinoamérica, pero los alumnos aprendices de Gastromotiva de México y de Brasil, están dispuestos a comenzar desde abajo con la responsabilidad de crecer para poder soñar”, expresa Hertz.
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En este 2020 y lo que va de este 2021, en México se logró entregar más de 49 mil comidas donadas, se resctaron nueve toneladas de alimentos, se apoyaron a siete organizaciones beneficiarias -casas, albergues, hospitales y casas hogar-, y también se inscribieron 70 alumnos en el área de Emprendedores Gastronómicos, de los cuales 62 se graduaron y ahora están emprendiendo su propio negocio, además de 200 alumnos graduados en talleres de corta duración, en cortas capacitaciones.
“El objetivo de Gastromotiva, es generar alegría y que la gente tenga dignidad para poder salir adelante. Yo soy muy afortunado porque hace 16 años que Gastromotiva es el medio para que se lleven a cabo las conexiones que acredito, mucha gente llega y dice, quiero ayudar y se van, está bien, no encontraron su pasión, en cambio otras siguen; hay marcas, hay bancos que están con nosotros, unos se van otros vienen, esa es la vida. Gastromotiva comenzó en mi casa con cuatro personas, inició como un proyecto social, la idea era que ellos hicieran pequeños negocios en sus comunidades”, explica Hertz.
Por su parte, Samantha Souza , gerente general de Gastromotiva Brasil, señala que “En Brasil también cambiamos un poco nuestro nivel de impacto, hicimos cursos para personas que querían cambiar su vida a través de la gastronomía y empezamos un proyecto llamado Cocinas solidarias, que hicimos también aquí en el 2020 y un poco del 2021”.
Comenta que en 15 años, en Gastromotiva Brasil, seis mil personas han sido impactadas con sus proyectos de educación y capacitación alimentaria, además de que sirvieron más de 500 mil comidas a personas en situación vulnerable.