Con más de 13 años de experiencia en el mundo del diseño industrial, Andrés Lhima ha llevado los colores, texturas y, sobre todo, la cultura mexicana a lugares y museos reconocidos a nivel mundial.
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Lhima fue estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ). Desde su temprana formación como diseñador industrial, su curiosidad lo llevó a querer plasmar, en todos sus trabajos, la cultura de México, la tradición popular que caracteriza a su ciudad y, sobre todo, a él mismo.
El próximo 16 de octubre, Andrés Lhima estará presentando sus recientes piezas de arte: maíz y jarrito Tzompantli . Estas dos piezas de cerámica a alta temperatura están inspiradas en los antiguos altares mesoamericanos.
Andrés nos explicó un poco sobre el diseño de cada pieza. El primer diseño tiene de nombre: maíz tzompantli . Se trata de un florero en forma de maíz, cada grano que lo conforma, tiene un pequeño cráneo que conforma el Tzompantli.
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La pieza representa la vida y muerte . Por un lado, la forma de maíz representa las raíces de nuestra gastronomía mexicana y, por el otro lado, la muerte como distintivo de nuestra cultura. “El florero a simple vista luce elegante por su color negro mate, pero no esta completo hasta que se integran flores dentro de este [...] Las flores representan la vida y frescura, el renacimiento después de la muerte”. Mencionó Andrés al explicar su significado.
Mientras que la segunda pieza es: jarrito tzompantli , que forma parte de su ya conocida colección de jarritos que ha sido expuesta en Graz, Austria y Beijing China. La peculiar pieza conserva lo tradicional de un jarrito mexicano pero a diferencia de los típicos, este jarrito está cubierto de calaveritas haciendo un homenaje al Tzompantli .
El diseñador nos explicó un poco sobre su proceso para inspirarse de estas dos piezas en particular. “Hay una influencia de ver qué está pasando en el mundo de la gastronomía, así como la preocupación del maíz en nuestro país, es un tema que debe tomarse en cuenta”.
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Asimismo, señaló que para llegar al proceso de plasmar sus ideas es necesario estar en un constante “aprendizaje... de dibujar y de repetir hasta encontrar una idea clara”. Para estas dos piezas en particular, se apoyó de otro diseñador Raúl Reyes para plasmar su idea a formato digital, “Vamos jugando con el estilo, de poner la calaverita de este lado o de acomodarla de otra manera hasta tener los primeros prototipos”.
En conjunto trabaja con un equipo muy completo que lo ayuda desde el proceso inicial. Una vez que se tiene el diseño digital, se manda a imprimir para encontrar los errores o detalles “es un proceso de experimentación y cambios”. Posteriormente se lleva con un maestro artesano, Marco Franco, para que produzca los moldes específicos para ambas piezas.
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De igual manera, Andrés señaló que el trabajo no termina vaciando la cerámica en los moldes, sino que siguen probando el tipo de material para ver si es apto o resistente, si los colores son adecuados o el diseño en general. Es un proceso arduo en el que las piezas pasan entre manos de amigos y personas para darle un final y aumentar más el significado de trabajo a la pieza terminada.
Estas piezas las puedes adquirir en la tienda del Museo Nacional de Antropología e Historia de martes a sábado en un horario de 10:00 a 17:00 horas.