Probablemente hayas escuchado que un método para disminuir los efectos de la resaca es tomar una cerveza al despertar por la mañana. Aunque este es un método muy común, al menos en México, ¿tiene sustento científico? ¿realmente es un método eficaz o es placebo? En Menú te contamos qué tan cierto es esta creencia popular.
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De acuerdo con el Instituto Nacional del Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, NIAAA, por sus siglas en ingles, la resaca es "un conjunto de síntomas que ocurren como consecuencia de beber demasiado alcohol. Los síntomas característicos incluyen cansancio, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolor muscular, náusea, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, sudor y presión arterial alta. La resaca puede variar según la persona".
Según un artículo de Healthline, "el alcohol cambia la manera en la que el metanol, un químico que se encuentra en pequeñas cantidades en las bebidas alcohólicas, es procesado por el cuerpo. El metanol se convierte en formaldehído, un componente tóxico que puede ser la causa de algunos síntomas de resaca."
La cerveza se suele beber para curar la resaca debido a que, en teoría, al ingerir nuevamente alcohol puede evitar la conversión del metanol en formaldehído, disminuyendo los malestares.
Como explica el NIAAA, beber cualquier tipo de alcohol en la mañana tras una noche de tragos podría reducir algunos síntomas de la resaca, pero solo temporalmente pues, en realidad, puede prolongar el malestar general o efectos adicionales; finalmente estaría entrando más alcohol en el cuerpo, y contribuye a generar un consumo irresponsable y dependencia alcohólica.
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La institución menciona que pese a las recomendaciones y remedios popularizados en la web y redes sociales, hasta el momento, ninguno ha sido confirmado científicamente para poder reducir los síntomas de la resaca. Es decir, ni beber café, darse un baño de agua fría, beber cerveza, o suplementos alimenticios servirían realmente.
"Una persona debe esperar para que el cuerpo termine de eliminar los subproductos tóxicos del metabolismo del alcohol, se rehidrate, sane el tejido irritado y recupere las inmunidades y la actividad cerebral hasta niveles normales. No existe manera de acelerar la recuperación del cerebro después del consumo de alcohol", escribe el NIAAA.
Cabe destacar que el uso de anlagésicos sin receta pueden ser contraproducentes, ya que la combinación de alcohol y acetaminofén, el más utilizado, puede ser tóxica para el hígado. La aspirina y el ibuprofeno, pueden aumentar la liberación de ácido e irritar el revestimiento del estómago. Incluso, el consumo de bebidas con electrolitos orales no tienen un sustento aceptado, pues "las investigaciones no han descubierto ninguna correlación entre el alcance de las alteraciones de electrolitos y la gravedad de las resacas".
En resumen, la única manera científicamente aceptada para no tener síntomas de resaca o padecer de cruda después de excederse en el consumo de alcohol, es evitar precisamente este exceso.